Estreno en Royal City

 

Verano en Louisiana (1991)

Director: Robert Mulligan

Intérpretes: Tess Harper, Sam Waterston, Gail Strickland, Reese Witherspoon, Emily Warfield

Sinopsis: Verano de 1957. En una granja de un pueblo de Louisiana, viven con sus padres dos hermanas: Dani, de 14 años, sueña con ser algún día tan guapa y popular como su hermana Maureen, de 17. Sus padres, que son muy cariñosos, las han educado con un rigor que cada una de ellas asimila a su manera. En la granja de al lado se acaban de instalar la viuda Marie Foster y su introvertido hijo Court, de la misma edad de Maureen. Entre Court y Dani surge inmediatamente una gran simpatía basada en sus juegos y en profundas conversaciones; pero, cuando Court conoce a Maureen, Dani se sentirá muy celosa.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

“Cuando las cosas se complican debes decírselo al Hombre de la Luna”

 

Continúa pareciéndome inexplicable como todavía existen tantísimas maravillosas películas –norteamericanas mayoritariamente- que no han gozado del favor generalizado y duermen el sueño de los justos o del olvido. Quiero ver una explicación de ello en la ingente cantidad de grandísimas piezas maestras que se han rodado en estos casi 130 años de existencia del cinematógrafo.

VERANO EN LOUISIANA es una de esas. O, mejor aún, apelaré a su lírico título original, EL HOMBRE DE LA LUNA. Dicho enunciado viene determinado por una especie de cuento infantil para que los niños duerman tranquilos, sin preocupaciones y para que si tuvieran algunas se las contaran a dicho personaje ficticio.

Si a eso sumamos que la historia comienza sonando de fondo Elvis Presley –la acción transcurre en 1957, en Louisiana- a ritmo de su rítmico LOVING YOU y que la dirección lleva la firma del exquisito Robert Mulligan, el de las sublimes MATAR A UN RUISEÑOR o VERANO DEL 42 –de nuevo la época de estío supone la iniciación a tantas cosas, al despertar a la vida y al corazón, sin ir más lejos, también a la muerte- creo que son datos suficientes para que puedan esperar lo mejor de lo mejor, tal como así acaba sucediendo, al menos en mi caso.

Esta película trata con infinita delicadeza y mediante un lenguaje sencillo, accesible, poético, esos primeros y doloridos amores, en esta ocasión traducidos a través del interés de dos hermanas adolescentes -14 y 17 años- por el mismo chico.

La más pequeña está encarnada por la futura “rubia muy legal” y ganadora del Oscar por EN LA CUERDA FLOJA (la de Johnny Cash, no la protagonizada por Clint Eastwood), Reese Witherspoon. Supondría su primera aparición en la gran pantalla. Es una preciosa adolescente de natural y creíble expresividad (sin pasarse nunca una miajita), Dani. La mayor la interpreta Emily Warfield, que está igual de convincente.

Claro, que en el aspecto interpretativo no desentona nadie. Los padres, Sam Waterston (inolvidable como narrador en EL GRAN GATSBY en la versión setentera de Clayton) y Tess Harper (CRÍMENES DEL CORAZÓN, nominada al Oscar), están sencillamente espléndidos. El papel del primero tiene una miga, un cuerpo, de lo más considerable. La escena del castigo con el cinturón es un prodigio de tacto, finura y sensibilidad.

Toda la historia, de principio a fin, rezuma de estas cualidades. Mulligan imprime una enorme ternura a lo que se trae entre manos, bascula entre un tono lírico y agridulce, evitando en todo momento un sentimentalismo facilón.

Vuelve a incidir en el amor eterno, el verdadero, en el amor en general (se expresa una definición contundente, “debe ser precioso e intenso”), en la nostalgia, en la añoranza, en la evocación del pasado, de personajes y lugares, sin perder por ello la perspectiva de algo que suele ser un hecho consumado. Y es que Cupido no resulta siempre idílico, trae confusión, dolor y desesperación. EL HOMBRE DE LA LUNA regala toda una lección sobre eso tan poderoso que podemos llegar a sentir por otra persona.

Y, repito, lo hace de una manera clara, sin alzar la voz, sin tremendismo, tan fluidamente como el discurrir del cauce de un río.

A todo ello le pone preciosa cortina, fotografía dicho vulgarmente, un maestro de la misma, Freddie Francis, ganador en esta especialidad de 2 Oscar (HIJOS Y AMANTES y GLORIA) y también director de cine de algunos títulos francamente sabrosos (EL ALUCINANTE MUNDO DE LOS ASHBY, EL ABISMO DEL MIEDO, DRÁCULA VUELVE DE LA TUMBA, LA MALDICIÓN DE LA CALAVERA, DOCTOR TERROR). Esos planes exteriores o ese baño a las 12 de la noche son una prueba formidable de su talento.

Mencionaba antes a Elvis. He de decir que vuelve a escuchársele en otra ocasión con THAT´S ALL RIGHT. O ese himno de toda una generación, de una época, titulado ONLY YOU… de los míticos The Platters.

 Una verdadera preciosidad a revisar urgentemente porque me temo serán muchos los que la desconozcan.

 

José Luis Vázquez

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