Leo –no lo puedo evitar- una reseña de Miguel Ángel Palomo en Filmaffinity, y la verdad, no encuentro un texto mejor para expresar y condensar lo que supone esta –en el mejor sentido del término- continuación y broche a VENGADORES: INFINITY WAR y al franquiciado por ahora de estos súper héroes colosales, siderales.

No puede ser más preciso: “para un fan de Marvel esta es LA película… ENDGAME es todo lo que se puede esperar y más… no solo es un cierre por todo lo alto, sino que es la resolución de decenas de tramas abiertas a lo largo del camino, la sublimación heroica de sus personajes y la confirmación de que todos ellos han jugado su papel, en una apoteosis de la coralidad”. Pues eso.

Lo complemento con otro breve párrafo de Oti Rodríguez Marchante (esto de que en provincias no tengamos la oportunidad de acceder a premieres es una verdadera lata, pero así son las cosas… y dando gracias por tener acceso a tantos grandes títulos de la cartelera gracias a la impagable difusión del ciudadrealeño Complejo de Ocio Las Vías, donde yo soy absolutamente feliz los fines de semana y otras fiestas de guardar y no guardar). Dice lo siguiente: “las grandes sorpresas no están en las escenas de acción, tan espectaculares, sino en la dramática reconstrucción de los personajes… hay tanto que ver en ella que definitivamente sabe a poco”. Apostillo con Yago García, “una locura desbordante, una celebración llena de vida y una despedida conmovedora”.

Queda poco que pueda añadir de cosecha propia. Entre las innumerables críticas aquí y allende el Atlántico, se ha expuesto casi todo. Esta cuarta y última entrega de VENGADORES queda desde ya mismo para los anales, segurísimo estoy de ello. Principalmente, porque sus máximos creadores, no solo han cuidado un aspecto tan fundamental en este tipo de mega producciones, tal como son los efectos especiales/digitales (con una reunión de la que no puedo ser más preciso, pero que constituye toda una golosina, es apoteósica, aunque no se quiera es difícil no vibrar en la butaca), sino que se han mostrado verdaderamente imaginativos en la urdimbre de una trama con múltiples sorpresas, en el perfil de unos personajes que combinan admirablemente su condición humana y la de deidad e icono de los tiempos modernos.

Está claro que cada generación crea o aúpa a sus propios héroes o referentes. Esta sin duda es la de estos refulgentes y divertidos seres marvelianos. Y en concreto los de este epígono fastuoso que, difícilmente puede dejar a nadie indiferente, salvo que se sea alérgico al género. Y, aun así, quien se asome por primera vez tal vez pudiera encontrarse ante un grato y feliz descubrimiento.

Aunque en el fondo, no deja de ser una conveniente puesta al día mastodóntica y raramente intimista a la vez, de los seriales de toda la vida, del western, de ROBÍN DE LOS BOSQUES…. Tal como lo fuera en su momento STAR WARS, franquicia que curiosamente ha ido a parar al mismo imponente redil de Walt Disney.

Lo que no voy a hacer por una vez es entrar a desbrozar nada de su trama, porque sería una herejía mayúscula y no pretendo restarles pasmo alguno. Si acaso sugerirles un momento cualquiera para que se muestren todavía más pendientes de lo que auguro estarán.

Como el de ese travelling que recorre en un momento dado a prácticamente todo el espectro de primeros espadas. Es un instante verdaderamente brillante y emotivo. La verdad es que cuando se lee el reparto en los títulos de crédito finales de todos los intervinientes, es como para poner los pelos de punta. Esa mezcla de jóvenes y veteranos se cotizaría en cualquier mercado en sus máximos niveles. No recuerdo en los últimos tiempos un reparto tan estelar como el aquí desembarcado.

Y toda la asombrosa hora final, las secuencias de batallas, cuya extensión esta vez en ningún momento provoca el hartazgo, sino todo lo contario, debido a un elaboradísimo y hábil trabajo de montaje, supone un espectáculo ante el que me resulta imposible cerrar los ojos.

Pero ojo, no descuida en su primera hora o parte unas inusuales secuencias intimistas y no precisamente atronadoras, algo también merecedor de ser destacado. Esa combinación entre aparatosidad y relativo reposo –eso sí, el ritmo jamás decae, sea en escenas agitadas o menos, o de mera transición- funciona a las mil maravillas.

Como también lo hace un guion esplendoroso que contiene numerosas capas como las cebollas. Y golpes de efecto legítimos. Y sorpresas continuas. Y vueltas de tuerca que lo convierten todo en más estratosféricamente atractivo.

Llegado a este punto conviene destacar la pericia, el talento y por qué no decirlo, el virtuosismo de los hermanos Russo –Anthony y Joe- por ponerse de la mejor forma posible al servicio de la historia y de sus icónicos protagonistas. Ambos perpetúan la tradición del cineasta hollywoodiense inmejorablemente profesional y artesano.

Quien haya llegado hasta aquí es probable echar de menos una mayor precisión o descripción en desvelar datos o apuntes de enjundia, pero insisto, por una vez se imponen omisiones en la reseña.

Remato ¿La mejor película de las 22 Marvel hasta la fecha? Pese a que el nivel medio de sus producciones cinematográficas es por lo común muy elevado…sin duda alguna así lo afirmo rotundo.

Un verdadero festín para, quienes como es mi caso, se considera un ferviente seguidor de este universo y de esta –en todos los sentidos posibles- constelación estelar. El mejor estreno de este primer tercio de 2019 junto a GREEN BOOK de Peter Farrelly y MULA de Clint Eastwood.