Estreno en Royal City

 

Hunter killer. Caza en las profundidades (2018)

Director: Donovan Marsh

Intérpretes: Gerard Butler, Gary Oldman, Common, Michael Nyqvist, Michael Trucco, Caroline Goodall, Ryan McPartlin, Zane Holtz, Taylor John Smith, Cosmo Jarvis, Shane Taylor, Michael Jibson, Gabriel Chavarria, Will Attenborough, Jason Matthewson, Theo Barklem-Biggs

Sinopsis: Un capitán de submarinos norteamericano hace equipo junto a los Navy Seals para intentar rescatar al presidente ruso, secuestrado por un general traidor. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Me han encantado desde siempre las películas de submarinos. La relación de títulos disfrutables es considerable, aplastantemente de procedencia estadounidense (DESTINO TOKIO, MAREA ROJA, K-19: THE WIDOWMAKER, U-571, TIBURONES DE ACERO, LA CAZA DEL OCTUBRE ROJO, VEINTE MIL LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO, DUELO EN EL ATLÁNTICO, TORPEDO, EL ÚLTIMO TORPEDO, EL DIABLO DE LAS AGUAS TURBIAS, EL SUBMARINO FANTASMA, VIAJE AL FONDO DEL MAR, ALERTA ROJA: NEPTUNO HUNDIDO, SUBMARINO, LA ISLA MISTERIOSA (Hubbard), ESTADO DE ALARMA, LA HORA FINAL y en tono humorístico OPERACIÓN PACÍFICO son mis favoritas, y seguramente me dejo unas cuantas más en el tintero digital), aunque con dos relevantes excepciones germanas, la imprescindible EL SUBMARINO (DAS BOOT) y U-47 COMANDANTE PRIEN.

Desconozco el porqué del origen de este apasionamiento dada la claustrofobia que transmiten estas producciones por lo reducido de los espacios en los que se desenvuelven, aunque tengo la sensación que es debido a que desde pequeño mi incondicionalidad por las películas de Hollywood era enfermizo, y daba igual que transcurriera en los angostos pasillos de estos cacharros sumergibles, como en ambientes de póker (que no sé jugar), del lejano Oeste, de los mares del Sur o de ambientes gangsteriles.

En este caso, HUNTER KILLS. CAZA EN LAS PROFUNDIDADES no es estrictamente genérica, o no lo es en su mayoría, pues surge del cruce con un relato bélico de comandos terrestres también. Pero cierto es que la mayor parte de su metraje transcurre a bordo de un navío de este tipo, el hunter killer del título original respetado en español.

Además, me entero hace un par de días que esta película ha sido prohibida por Putin por mostrar a un golpista de nacionalidad rusa que secuestra y destituye a su propio presidente. Igual el inteligente, pero también homófobo, antiguo espía de la KGB y autoritario jerarca se sintió demasiado identificado con un hecho que podría ser factible. Como si acaso este tipo de situaciones no pudieran surgir en cualquier sociedad o régimen. En fin, francamente triste y revelador de su escaso sentido del humor. Idéntica actitud mantuvo, más penosa aún si me apuran (porque quería destruir todas sus copias e impedir el estreno incluso en los USA) hace tres o cuatro temporadas el dictador de Corea del Norte con una propuesta que lo parodiaba y ridiculizaba, la más bien intragable THE INTERVIEW/LA ENTREVISTA, protagonizada por James Franco y Seth Rogen.

Da igual, afortunadamente por estos lares sí se puede ver hasta la fecha todo tipo de historias sin cortapisa alguna, aunque nunca se sabe.

Y disfrutar moderadamente como en mi caso con esta movida y convencional aventura marítima. Parte de todos los tópicos habidos y por haber, y de sus lugares comunes, pero mantiene en todo momento muy buen ritmo, utiliza adecuadamente el montaje paralelo y resulta ágil en la exposición de los hechos que se desencadenan inmediatamente –ponen en situación nada más comenzada su proyección- y en el inmediato y precipitado discurrir de los acontecimientos.

Además, hay una acertada línea narrativa acerca del valor y capacidades respectivas de los dos principales y antagónicos responsables del enfrentamiento bajo el agua.

Gerard Butler y Gary Oldman (este en un registro más desaforado) están muy bien respectivamente como el temerario y arrojado capitán de la nave norteamericana y el máximo responsable militar del gobierno de su país. También hay que contar con un muy acertado y convincente Michael Nyqvist como el caballeroso comandante del sumergible ruso.

La acción en constante, y por esta me refiero sobre todo a las diversas maniobras de disuasión y huida, a los peligros surgidos al incursionar la nave en aguas en la que ningún americano se había atrevido a entrar para encima acometer una misión temeraria, suicida.

Queda como siempre a buen recaudo el oficio y la bravura de los militares y procura dos horas de legítimo entretenimiento que pasan rápido, lo cual es otro mérito, el principal sin duda. Y, sobre todo, representa perfectamente un tipo de cine palomitero (aunque se me atragante la ingesta ruidosa de este producto en una sala en silencio) que en tantas ocasiones me ha procurado distracción y felicidad.

 

José Luis Vázquez

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