Estreno en Royal City

 

The Equalizer 2 (2018)

Director: Antoine Fuqua

Intérpretes: Denzel Washington, Ashton Sanders, Pedro Pascal, Bill Pullman, Melissa Leo, Jonathan Scarfe, Sakina Jaffrey, Lexie Roth, Caroline Day, Donald Cerrone, Abigail Marlowe, Alin Halajian, Annie Pisapia, Joseph Oliveira

Sinopsis: Robert McCall (Denzel Washington) garantiza una justicia inquebrantable para los explotados y oprimidos, pero ¿cuánto de lejos llegará cuando se trate de alguien a quien ama? Secuela de The Equalizer (El protector) (2014). (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

En su momento, me pareció un buen y expeditivo policiaco con muchos tiros, tortas y afán redentorista THE EQUALIZER (EL PROTECTOR) (THE EQUALIZER). Su secuela, THE EQUALIZER 2, no le va a la zaga, pero carece ya de la frescura y novedad de aquella primera entrega, sin aportar mucho más. No es poco por otra parte.

Respecto a su antecesora tiene menos acción de duración real, aunque hacia el final se recrea en la misma, ofreciendo a cambio más espionaje, “suspense” y “meditación”. Algo así como un samuari Alain Delon a lo afroamericano.

Es competente, algo que siempre cabe esperar de quien la firma, Antoine Fuqua, uno de los mejores especialistas en cine de acción desde hace unos cuantos años. Así lo pueden comprobar si conocen o revisan trabajos suyos como EL REY ARTURO, LÁGRIMAS DEL SOL, TRAINING DAY (Óscar para Denzel Washington), SHOOTER, LOS AMOS DE BROOKLYN o el reciente “remake” de LOS SIETE MAGNÍFICOS. Su planificación es siempre poderosa. Y esos grandes angulares que suele gastar le confieren un mayor atractivo.

Tras ese atractivo envoltorio, se encuentra una típica trama de venganza que es el principal “leiv motiv” argumental de un trabajo en el que no se ha quebrado demasaido los sesos su guionista, Richard Wenk, el cual ha vuelto a inspirarse en el personaje que crearan Richard Lindheim y Michael Sloan.

Personaje que no viene sino a ser un trasunto de uno de esos cualesquiera súper héroes que sobrevuelan en las dos últimas décadas la cartelera, solo que este resulta mucho más terrenal y heredero directo de los justicieros urbanos –este otro sería más bien cosmopolita… o global- encarnados en tiempos por el estólido Charles Bronson o Clint Eastwood con, digamos, un mayor grado de sofisticación. El que aquí me ocupa no vuela por tanto y conduce un Chevrolet Malibu.

Por supuesto Denzel Washington vuelve a salir de lo más airoso en su cometido. Le confiere una prestancia, un toque ritualista especial, o totémico como ha apuntado alguna colega (Beatriz Martínez) a ese Robert McCall, azote de todo tipo de facinerosos. Le rodean actores de alto nivel como Melissa Leo, Pedro Pascal o Bill Pullman.

Agradezco la variedad de escenarios o localizaciones que salen en pantalla, pues cierto que esta secuela no aporta nada especial al ya díptico, pero el entretenimiento previsible está garantizado y cierta intencionalidad en alertarnos sobre algunos de los males que aquejan al mundo actual. Algunas referencias literarias no resultan baladí al respecto, incluyendo una ya tan clásica como la proustiana EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO.

 

 

José Luis Vázquez

©2025 Ciudad Real Digital | www.ciudadrealdigital.es