Estreno en Royal City

 

María Magdalena (2018)

Director: Garth Davis

Intérpretes: Rooney Mara, Joaquin Phoenix, Chiwetel Ejiofor, Tahar Rahim, Denis Menochet, Shira Haas, Hadas Yaron, Tawfeek Barhom, Charles Babalola, Zohar Shtrauss, Uri Gavriel, Michael Moshonov

Sinopsis: Película biográfica bíblica que cuenta la historia de María (Rooney Mara), una joven mujer en busca de una nueva forma de vida. Restringida por las jerarquías de la época; María desafía a su familia tradicional al unirse a un nuevo movimiento social dirigido por Jesús de Nazareth (Joaquin Phoenix). Pronto encuentra su lugar dentro del movimiento y en el corazón de un viaje que conducirá a Jerusalén.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 2 estrellas

En los últimos 40 años tan solo he visto tres películas que me hayan interesado, en mayor o menor medida, sobre la vida de Jesucristo: la bonita, esteticista y divulgativa JESÚS DE NAZARET de Franco Zeffirelli, la enérgica y personalísima LA ÚLTIMA TENTACIÓN DE CRISTO de Martin Scorsese y la intensa, admirable y sádica LA PASIÓN DE CRISTO de Mel Gibson.

Me gustaban más las de antes que trataban el mismo tema, las más glamurosas, las de la época dorada de Hollywood, súper producciones como LA HISTORIA MÁS GRANDE JAMÁS CONTADA de George Stevens, la formidable BEN-HUR de William Wyler o la ejemplar REY DE REYES de Nicholas Ray.

En aras a un realismo propio de estos tiempos, pegado al terruño, desde entonces han visto la luz una serie de obras, relacionadas con el Mesías, su resurrección o con personajes adyacentes, que no me han provocado ni frío ni calor, que me han dejado indiferente. Es el caso de ÚLTIMOS DÍAS EN EL DESIERTO (pese a la fabulosa fotografía del genial Chivo Lubezki), LA VIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO o de esta MARÍA MAGDALENA de Garth Davis, el director gratamente sorpresivo de LION, nominada al Oscar en la edición de 2017.

Me deja más bien gélido, incluso me decepciona su trabajo. Carece de temperatura dramática, se resiente de inanición, de cierta auto recreación visual, que por otra parte no me resulta especialmente atractiva. Parece hasta dirigida con desgana, o con simple rutina.

Salvo algunas cuestiones puntuales en torno a la protagonista, muy poquito aporta. Sí, de acuerdo, presta una inusual atención a ese punto de vista femenino o feminista, pero en ningún momento acaba de imprimirle la fuerza y la óptica adecuada. El resto, es más de lo mismo, mil veces visto en otras ocasiones y con mayor tino.

Todo se desliza parsimoniosamente, como es el caso de esa última travesía del desierto del Mesías emprendida con sus discípulos y acólitos, que me resulta pesada, plomiza, muy aburrida.

Lo mejor es el rostro, los planos dedicados a Rooney Mara, que muestran a las claras la admiración, rayana en algo más, por el maestro. Ahí sí se transmite cierta espiritualidad y cierto plus.

El resto es más bien prescindible. Parece por momentos un Bergman diluido, intrascendente. O, más evidente aún, es inevitable pensar en el Pasolini de EL EVANGELIO SEGÚN MATEO, este sí muchísimo más inspirado al trasladar la historia posiblemente más versionada, incluyendo sus múltiples variantes, de la historia del cine.

Esta de Davis me temo que pasará pronto al rincón del olvido. En todo caso, se puede consumir sin especial enojo mientras se contempla, pero no deja, a mí al menos, ningún poso.

Otra ocasión perdida.

José Luis Vázquez

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