Director: Woody Allen
Intérpretes: Kate Winslet, Justin Timberlake, Juno Temple, James Belushi, Max Casella, Michael Zegarski, Tony Sirico, Marko Caka, Jack Gore, Dominic Albano, Evin Cross, Debi Mazar, Brittini Schreiber, Geneva Carr, Steve Schirripa, Matthew Maher
Sinopsis: En la Coney Island de la década de 1950 el joven Mickey Rubin (Timberlake), un apuesto salvavidas del parque de atracciones que quiere ser escritor, cuenta la historia de Humpty (Jim Belushi), operador del carrusel del parque, y de su esposa Ginny (Winslet), una actriz con un carácter sumamente volátil que trabaja como camarera. Ginny y Humpty pasan por una crisis porque además él tiene un problema con el alcohol, y por si fuera poco la vida de todos se complica cuando aparece Carolina (Juno Temple), la hija de Humpty, que está huyendo de un grupo de mafiosos. (FILMAFFINITY)
WONDER WHEEL es el nombre de una atracción situada en Coney Island en los años 50. Allí transcurre, más bien en el limitado recinto de una destartalada y nada cómoda casa, el drama casi entre bergmaniano y sirkiano propuesto por el hipocondríaco genio de Brooklyn, por Woody Allen.
En realidad, supone la historia de varias frustraciones, de una en especial, de la esposa y ex aspirante a actriz del operador o encargado de un tiovivo. Esa mujer está encarnada por una Kate Winslet desmelenada en el mejor y más literal sentido de la expresión. Una especie de Ana Magnani –en aquél tiempo triunfaba en Hollywood con un papel de similares características en LA ROSA TATUADA, teñida por el blanco y negro en aquél caso- que alcanza considerables picos de vehemencia interpretativa.
Que sea precisamente esa noria el telón de fondo en el que transcurren las idas y salidas de este personaje acaba resultando de lo más revelador. Así es la vida, así la expende el cineasta judío en los últimos tiempos, en la que el azar y los propios trompicones tejen una representación que de tan recargada en su tramoya acaba resultando muy real.
Al respecto, resulta obligado destacar dos cuestiones que en los últimos tiempos suelen suponer un marchamo de calidad y exquisitez en la filmografía de su autor: Una perfecta ambientación evocadora y nostálgica dentro de su admirable sencillez, aquí potenciada por un sentido de lo teatral bastante obvio. Precisamente ese sentido acusado de la escenificación preside en todo momento y felizmente la función. Una función regida argumentalmente por la amargura y la desolación afectiva.
A ese planteamiento contribuye el segundo aspecto, una brillantísima, llamativa, rebosante fotografía de Vittorio Storaro, que juega en el mismo plano con los cambios repentinos de colores produciendo unos efectos cambiantes que le sienta bien al drama, le confiere intensidad y luminosa oscuridad. Puede ir en fracción de segundos de unas tonalidades exuberantemente naranjadas a otras azuladas. En muchos momento me remitió inevitablemente a la maravillosa CORAZONADA de Francis Ford Coppola, con la que comparte idéntico iluminador.
Volviendo al apartado actoral, éste suele ser uno de los puntos fundamentales, más determinantes en su obra, cuidado siempre hasta el extremo. La nómina de grandes y talentosas estrellas a lo largo de todos estos años resultas casi inabarcables Si contemplan con perspectiva sus 48 títulos con este hasta la fecha, tendrán una perspectiva del arte de Talía llevado a la gran pantalla de un nivel excepcional.
Y hasta algunos que a veces no han gozado de excesivo prestigio o consideración, caso aquí de Jim Belushi como el vulgar, alcoholizado y bonachón marido, sobresalen con el maestro. Pero también me gusta mucho Juno Temple como la hijastra o Justin Timberlake como ese socorrista aspirante a novelista.
La banda sonora, como suele ser otra de las elevadas constantes en su filmografía, nos retrotrae con facilidad a la época en que transcurre su acción.
Rara vez me defrauda Allen. Salvo A ROMA CON AMOR y VICKY CRISTINA BARCELONA, sendas comedias verdaderamente fallidas, suele hacerlo en su registro más serio e introspectivo, justo al que pertenece este trabajo. Títulos como STARDUST MEMORIES, CELEBRITY, SEPTIEMBRE o incluso INTERIORES (tendría que volver a revisarla, hace tanto tiempo ya) se me atragantan. En cambio, OTRA MUJER, DELITOS Y FALTAS, BLUE JASMINE, MATCH POINT o incluso en un escalón inferior WONDER WHEEL me chiflan.
Es más, sus últimas aportaciones –MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA, IRRATIONAL MAN, CAFÉ SOCIETY- en contra de cómo han sido recibidas por muchos me parecen espléndidas. Al tiempo si no. Y aunque no fuera así, me daría igual, pues me resultan tan sumamente gratificantes que, dicho con todo mi respeto, lo que piense el resto de la humanidad me importa un pimiento.
Ésta prácticamente me parece irreprochable hasta su último acto, hasta el desenlace, en el que comienza a fatigarme ligeramente, pero el resto es de una belleza resplandeciente, tanto en contenido –trillado pero efectivo- como en forma. Por momentos parece puro y sofocante Tennessee Williams injertado.
Francamente recomendable para quienes gusten de deslumbrantes ejercicios melodramáticos con el sello inequívoco de su autor, pese a que en esta ocasión haya espantado al humor de sus pliegues. Tan solo se permite una licencia felliniana o extravagante a costa de un crío cinéfilo y pirómano.
José Luis Vázquez
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