Barricada Cultural

 

05/05/2013

Por las tierras de La Mancha (I): Burro, asno, borrico

por Francisco Portela

No estoy aprovechando esta columna para soltar improperios. Ni mucho menos. Algún lector seguro que ya pensaba que los tiros iban por ahí pero se equivocan. No utilizaré este espacio que se me brinda para crispar al personal con mis opiniones. Inicio esta serie de artículos encabezados por el título indicado para hablarles de La Mancha y de su Comunidad Autónoma, de su literatura, de su cultura, de su historia, que es mucha y muy rica, para gloria y regocijo de todos, como diría un ilustrado.  

Y qué mejor comienzo que empezar por un animal al que, durante siglos, se le ha tildado de todo y abusado de su nobleza e inteligencia, llevando a sus lomos pesadas cargas, pues aún hoy día es empleado en las tareas agrícolas.  

En nuestro país hay tres ilustres burros de los que quien más y quien menos ha oído o leído sobre ellos. Quizás el menos conocido sea «el burro flautista», una de las  fábulas de Tomás de Iriarte. Pero seguro que, sabrán de qué jumento les estoy hablando al leer esta definición: «es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos».  

Pero ahora vamos a lo más cercano, vamos a rendir homenaje a un burro universal, un burro que, junto a Rocinante, me hizo pasar unos momentos inolvidables con las alocadas aventuras de sus amos y que algunas de ellas tienen lugar en su querida tierra, en La Mancha. Don Quijote comparaba a Sancho con su pollino y el pobre escudero aceptaba tal comparación.  Pero como Sancho es la cordura también sabía defenderse:  «verdad es que no tengo rocín; pero tengo un asno que vale dos veces más que el caballo de mi amo… A burla tendrá vuesa merced el valor de mi rucio; que rucio es el color de mi jumento.»  

La pluma de Miguel de Cervantes nos ha dejado una obra universal, una obra de la que, sobre todo los manchegos, tienen que estar muy orgullosos de ella. Se dice que es el mejor trabajo literario jamás escrito («The Guardian»). Es el libro más editado y traducido de la Historia, después de La Biblia.   ¿Han leído muchos de ustedes El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha?.

¿Saben cómo se llama el burro de Sancho Panza?. Hasta la próxima semana.  

Y  mi libro a recomendar, Sinuhé el Egipcio, de Mika Waltari, todo un clásico. Y ya les diré el porqué y se quedarán sorprendidos. Hasta la próxima semana.      

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