Tras cinco temporadas y 62 capítulos se despide la magnífica serie “Breaking Bad” que para muchos se ha convertido en una serie de culto. A pesar de que sus inicios en cuanto a audiencias fueron discretos.

Breaking Bad ha pasado a formar partir del Olimpo de series junto a “The Wire”, “Los Soprano”, “Mad Men” o “Lost”. Su cierre ha sido apoteósico con su último capítulo titulado “Felina” la suma de (FE+LI+NA) (HIERRO+LITIO+SODIO); HIERRO, elemento dominante en la SANGRE; LITIO elemento utilizado en la producción de METANFETAMINA y SODIO elemento químico presente en las LÁGRIMAS. A modo de resumen, de lo que ha sido la serie: “Sangre, metanfetamina y lágrimas”.

En lo que hay unanimidad, es que no ha dejado indiferente a nadie. ¿El secreto? Un personaje principal que hace cosas ilegales, pero al que es difícil odiar. Walter White, brillante profesor de secundaria pero fracasado tanto en lo laboral como en lo personal. Walter White descubre que fabricando “metanfetamina” es el mejor y dentro de ese hombre enfermo y fracaso, existe su “Alter ego”. Ese es, Heisenberg, hombre lleno de vida, despiadado y seguro de sí mismo. O su ayundante Jesse Pinkman, su socio en la fabricación de la meta, ex – alumno poco brillante y yonki de medio pelo que sueña con la búsqueda del amor y del calor de la familia que no tiene.  

Una serie sin moraleja pero con muchas enseñanzas, donde los buenos no son tan buenos y a los malos se les quiere.  Cómo la vida misma…

¿Alguien da más?

Hasta siempre Walter y Jesse.

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