10/02/2020
Soy un gran seguidor de Sherlock Holmes, inmortal personaje creado por el gran Arthur Conan Doyle, que escribió alguna cosa más que las aventuras del archifamoso investigador. Como sucede en muchos casos, el personaje eclipsó a su padre literario, hasta el punto de que el 221B de Baker Street es una de las direcciones postales más famosas del mundo. En dicho lugar vivió, en la ficción, Sherlock Holmes y aún hoy en día es un centro de peregrinación para sus seguidores. Si Uds. se acercan a la referida calle Baker, en el distrito de Marylebone, un barrio chic sito en la ciudad de Westminster, en el centro de Londres, muy cerca de Oxford Street y de Regent’s Park, observarán a los turistas varados en dos lugares concretos: el famoso museo de cera de Madame Tussauds y el 221 B de Baker Street. A la vuelta de la esquina hay una estatua del investigador privado más famoso de la literatura, y en el Edimburgo natal de su autor hay otra. Es curioso, pero existen varias estatuas que rinden homenaje a Holmes, pero ninguna a Doyle. The Sherlock Holmes Museum de 221B Baker Street está más orientado al negocio que a lo cultural y su entrada cuesta 15 libras, unos 17,5 euros, sumamente cara después de hacer cola largo tiempo en la calle, pues van entrando grupos cada 10 minutos. La movilidad es muy reducida en esos angostos espacios rodeados de múltiples curiosos. Eso sí, el trabajo de ambientación es absolutamente impecable, como sucede en cualquier producción de cine o televisión británica. Un gendarme del siglo XIX da la bienvenida en el portal y una vez dentro hay criadas, un mayordomo que ejerce de anfitrión. El estudio de Holmes y el Dr. Watson se encuentra en la primera planta y el cuarto de su no menos famoso ayudante en el segundo piso, junto al de la Sra. Hudson, el ama de llaves. Se puede disfrutar de libros, fotografías, grabados o fotografías de la época, así como objetos y cartas del mismo detective. Hay una habitación con maniquíes de cadáveres sacados de los relatos de Doyle y otros de personajes como el profesor Moriarty. Al final del recorrido una tienda con todo lo imaginable para que la gente se deje la pasta como está mandado. Hay otro museo dedicado a Sherlock Holmes y está en……Suiza, concretamente en Meiringen, al lado de las cataratas de Reichenbach, donde el investigador desapareció junto a su archienemigo Moriarty. Un muy buen museo, pequeño, pero más grande que el londinense, bien ambientado y mucho más informativo. Dos lecturas recomendadas para los seguidores de Doyle son Arthur y Sherlock. Conan Doyle y la creación de Holmes de Michael Sims (Alpha Decay, 2018) y Arthur Conan Doyle. Biografía definitiva del creador de Sherlock Holmes, de Eduardo Caamaño (Almuzara, 2019). Por otro lado, y yendo a la gran pantalla, para 2021 está prevista la tercera entrega de Sherlock Holmes, protagonizada por Robert Downey Jr. y Jude Law. En esta ocasión no estará Guy Ritchie detrás de la cámara, sino Dexter Fletcher.
Hace unos días falleció George Steiner; para algunos, uno de los críticos literarios más importantes del siglo XX (maldito relativismo antiliberal), para quien esto suscribe y para la inmensa mayoría de gente amante del pensamiento, uno de los grandes humanistas y filósofos desde los sesenta a la primera década de este miserable siglo XXI. Como escribió Borja Hermoso, “George Steiner encarna el humanismo que se marchita. Es el último europeo”. “Una máquina de hacer pensar” en palabras de Manuel Hidalgo.
Genuino representante del espíritu vienés y de esa Europa judaizada ahora desaparecida, Steiner era un haz de luz en la oscuridad de una Europa perdida y descristianizada, un gran erudito y un gran defensor de la alta cultura. Yo tuve el inmenso honor de descubrirlo a través del inolvidable e irrepetible profesor D. Santiago Panizo Orallo, recientemente fallecido, quien me introdujo en la Nostalgia del absoluto. Recomiendo la lectura de Un largo sábado. Conversaciones con Laure Adler, una magnífica introducción al pensamiento de Steiner publicada por editorial Siruela en su colección El Ojo del Tiempo.
Y hablando de la cosa más importante de las que no son para nada importantes, esto es, el football, ya quisiéramos los que no somos amiguetes de esas dos anomalías estadísticas, económicas y jurídicas que nos arbitraran como a ellos. ¡Porca miseria!
El vino recomendado esta semana es un blanco gallego, de la D.O. Monterrei: el Fraga do Corvo Godello 2018, de la bodega Fragas do Lecer. Intensos aromas florales, cremoso, mineral, fresco, elegante, intenso, glicérico y largo. Todo eso. Un gran vino por menos de diez euros.
Sigan con salud.
PD.: Me comunican el fallecimiento del gran David Gistau, tras dos meses inconsciente luchando contra la parca. Gran tipo, grandísimo periodista. Nunca rehuyó el combate. Se van los buenos, la basura permanece. Otra baja en la resistencia.
Foto: es.m.wikipedia.org
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