02/01/2017
Escribo estas líneas a las 20:30 horas del día 31 de diciembre. Nos encontramos ante los preparativos de la última noche del año y, supuestamente, la más festiva. Sin ánimo de ser agorero, no comparto esa alegría de cotillón y borrachera. No sólo creo fervientemente en la diversión natural y espontánea, en absoluto regulada por las convenciones sociales, sino que, a mayor abundamiento, me parece una noche triste. Me recuerda de manera indefectible la inexorabilidad del paso del tiempo y la cercanía del fin. Me retrotrae a las maravillosas “Coplas por la muerte de su padre” de Jorge Manrique. “Cómo se passa la vida/cómo se viene la muerte/tan callando.” Y me trae a la memoria lo más doloroso: el recuerdo vívido de los que no están.
En fin. No me hagan caso, diviértanse, que son dos días…………
No obstante, y para después del tránsito, les recomiendo un libro apropiado para estas fechas: Vieja Navidad de Washington Irving. La narrativa norteamericana nace con él, paradójicamente alejado durante tantos años de La Unión; un tipo cuya obra máxima habla de Andalucía y cuyos relatos de máxima difusión están escritos en Inglaterra. En el libro que hoy se recomienda se encuentra un grupo de artículos de “The Sketch Book of Geoffrey Canyon Gent”, donde aparecieron relatos como el archiconocido La leyenda de Sleepy Hollow”, llevada al cine de manera magistral por Tim Burton. La presente edición de EL PASEO cuenta con la traducción y notas de Oscar Mariscal y con las magníficas ilustraciones de Randolph Caldecott. Baste recordar que esta obra sirvió de inspiración nada más y nada menos que para Cuento de Navidad e Dickens.
Son las 00:30 horas del nuevo año y permanece lo viejo. Escribo mientras escucho de fondo la misma música hortera de todos los años, como en un bucle infernal del “día de la marmota”.
Con una copa de champagne en la mano (Pol Roger, por supuesto. “My tastes are simple, I am easily satisfied with the best”, que dijo Sir Winston Churchill) brindo por Uds. y por la LIBERTAD, así con mayúsculas, tan amenazada en todo el mundo, y aquí en nuestro amado solar patrio; y no sólo por los liberticidas populistas tan en boga, sino por el propio partido de D. Tancredo. ¡Quién nos lo iba a decir!
Me pierdo entre las brumas para elegir, arrebujado en mi sofá, entre mi hija y mi galgo afgano Pushkin, o bien un maratón de Se ha escrito con un crimen con Jessica Beatrice Fletcher, o los episodios pendientes de The black list
Por cierto, si tiene la oportunidad, no dejen de ver Comanchería. La última virguería del cine indie americano. Inmensos Jeff Bridges, Chris Pine y Ben Foster, dirigidos por David Mackenzie. Texas, desolación y unas pistolas. Retrato de un tiempo, el nuestro, como dice Luis Martínez, desesperado. Quedan en manos de José Luis Vázquez, que él sí que sabe.
Señores, les dejo. Después de cada fiesta, alguien barre el confetti; alguien recoge los vasos, húmedos con el carmín de las divas de la noche; alguien pasa el trapo al piano. Adiós. Au revoir. Goodbye. Auf Wiedersehen. Addio. Sayonara. La noche acaba, la vida continúa.
Sigan con salud.
©2025 Ciudad Real Digital | www.ciudadrealdigital.es