miercoles, 18 de junio

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Haciendo las américas

De procesiones y conejos de Pascua

por Lola Romero (Houston)

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir artículo

Lola Romero Ya estamos en Semana Santa. Supongo que en España ya huele a incienso, a clavel, a túnicas de nazareno desempolvadas y al metal de las cornetas. Aquí no.

Este es el primer año que paso estas fechas fuera de casa y no puedo evitar sentir un poco de nostalgia. Me encanta ver las procesiones, ver las calles de Ciudad Real, de Cuenca o de mi pueblo preparadas para las estaciones de penitencia, o escuchar el sonido de tambores y cornetas de nuestros tan típicos “armaos”.

Esta semana pasada trataba yo de explicarle a mi vecina Farrah en qué consiste la Semana Santa en España y he descubierto a través de sus ojos lo raras que pueden parecer esas tradiciones. Por ejemplo: le dije que en casi todos los pueblos y ciudades de España hay procesiones, pero contándole cómo son, es decir, una especie de “desfile” donde gente lleva a hombros o a costal una pesada armazón sobre la que se erigen una o varias estatuas adornadas con flores, velas, oro y terciopelo o sedas, su pregunta fue “¿por qué?”… Buena pregunta… Y ahí estaba yo tratando de explicarle que era la representación de la pasión y muerte de Jesús, que desde la Edad Media se usaba para enseñar al pueblo –analfabeto en su amplia mayoría-, que era algo que tenía que ver con la fe… Me miró raro. Y no porque no sea religiosa.

De hecho, aquí en el sur de Estados Unidos son muy religiosos, hay muchas iglesias (como se ve en las películas) de distintos credos, pero las demostraciones públicas no van más allá del voluntariado o del saludo a las puertas de la iglesia al pastor de turno cuando llega el domingo.

Pero lo mejor fue cuando, al enseñarle fotos, vio a los nazarenos (o penitentes, como también los llaman en otras zonas de nuestra tierra). Para ella, lo más parecido en su imaginario es… ¡el Ku Klux Klan! Yo sabía lo que era esa organización racista que surgió a mediados del siglo XIX aquí en los estados del Sur, y he visto imágenes de cómo vestían sus miembros en fotos y películas, pero he querido asegurarme y, tirando de “santa Wikipedia” lo he comprobado. Sí, para una persona lega en la materia, es bastante parecido… Así que traté de explicarle que nuestros nazarenos son bastante anteriores al KKK y que no tienen, ni de lejos, ninguna connotación xenófoba…

De todas formas, tengo que decir que, en general, Farrah es bastante abierta (no como otros texanos), y me preguntó que si le podía enseñar vídeos para ver “en vivo” lo que le estaba contando. No la veo llevando un cirio en la mano, vestida de nazareno (que diría nuestro Antonio Machado a través de Serrat), pero creo que me notó la morriña.

Ella me contó que aquí no hay nada parecido. Como mucho, viacrucis en las iglesias el Viernes Santo (Good Friday). Lo más típico aquí es el Easter Bunny o Conejo de Pascua. El Sábado Santo por la tarde los niños decoran huevos cocidos, que a la mañana siguiente, tienen que buscar por el jardín. El travieso Conejo de Pascua los esconde (según su tradición), pero les deja a cambio cestas llenas de chucherías y dulces. Así que, como ya os he contado que ocurre con casi todos los eventos, estos días se pueden ver en los hipermercados cestas preparadas para la Pascua.

Mi hijo todavía es muy pequeño para jugar con él de esa manera. Y de todas formas, no creo que el Conejo de Pascua nos visite mucho en esta casa, qué queréis que os diga. A estos americanos les parecerá extraño lo de las procesiones, pero… ¡anda que lo de que venga un conejo a esconder huevos cocidos…! Así que, estaré lejos de España, pero aunque sea a través de internet, intentaré ver alguna procesión.

No lo puedo evitar. Echaré de menos el Borriquillo del Domingo de Ramos, a Jesús en Pie en el Viacrucis del Miércoles Santo, al “Rescatao” con sus claveles rojos, los Pasos de Santo Domingo, al Cristo de Jamila, la solemnidad del Sepulcro y la Soledad y nuestro digno Resucitado. Mi Semana Santa infanteña…

Fotomontaje: Juan Rivas (Infantesdigital.es)/Lola Romero