A estas alturas creo que todos estamos metidos en la operación bikini y para poder lucir palmito este verano y en el empeño por desafiar la báscula, nunca nos faltan aliados y utilizamos dietas para perder peso con criterios poco saludables.
En el mercado encontramos regímenes proteicos, ayunos, de disociación de alimentos o los que eliminan comidas sustituyéndolos por batidos y barritas. Un estudio de la AEDN, revela que las dietas milagro, tan de moda en los últimos años, pueden provocar efectos secundarios, además de suponer una causa importante en el abandono de estas.
Lucir un cuerpo 10 y adelgazar implica cambiar de hábitos y de estilo de vida, la receta infalible es, comer ordenada y equilibradamente y practicar ejercicio físico. No son necesarios grandes sacrificios, ni pasar hambre, solo hay que seguir ciertas pautas básicas como consumir menos de lo que el cuerpo gasta, intentar parar de comer antes de tener sensación de estómago lleno y saciedad y masticar despacio, cuando comemos apresuradamente nuestro cuerpo no alcanza a detectar la señal de saciedad a tiempo y por lo tanto comemos más.
El ejercicio es fundamental. Caminar a paso ligero o salir en bici son ejercicios fáciles y que con el buen tiempo apetece hacer, además son muy eficaces para eliminar el exceso de grasa. No tomes bebidas azucaradas ya que son una fuente importante de calorías, bebe mucha agua y prepara limonadas, que aportan mucha vitamina C y son muy refrescantes.
Evita en la medida de lo posible los alimentos que no tiene ningún valor nutricional. Si un día te has pasado un poco en la comida procura compensarlo, tomando algo más ligero en la cena. Tener comidas familiares y reuniones con amigos no es sinónimo de carta blanca en la comida. En bares y restaurantes ofrecen alternativas muy ligeras como ensaladas, verduras y pescados, de postre siempre elige fruta y modera el consumo de pan.
Muchas veces la forma más rápida de desahogar el aburrimiento o el estrés es comiendo, y comemos por ansiedad y no por hambre, analiza cuál es tu caso y si no es hambre lo que tienes, intenta no quedarte en casa.
Disfruta de lo que comes, la alimentación sana no tiene por qué ser aburrida. Prepara cenas ligeras, escoge hidratos adecuados, en lugar de pasta o pan opta por verduras y hortalizas y sustituye la carne por el pescado. Olvídate de prepararlos rebozados o fritos ya que se convertirán en una bomba calórica. Prepáralos a la plancha, a la parrilla o cocidos al vapor. El salmón a la plancha con ensalada o la parrilla de verduras son una opción muy saludable y ligera para la noche.
Lo más importante a la hora de perder peso es hacerlo de forma progresiva y controlada, de nada sirve estar a dieta un mes y los restantes once meses seguir comiendo mal.
La clave: Sedentarismo, poco descanso, harinas, azúcar, frituras y chucherías son enemigos de un abdomen plano.
Recuerda: Sonríe siempre.
¡Feliz día!