Director: Gil Kenan
Intérpretes: Animación. Voces de: Mitchel Musso, Sam Lerner, Spencer Locke, Steve Buscemi, Maggie Gyllenhaal, Jason Lee, Catherine O'Hara, Fred Willard, Kevin James, John Heder, Kathleen Turner
Sinopsis: D.J. Walters es un chico de doce años al que se le ha metido en la cabeza que en la casa del anciano Nebbercracker, al otro lado de la calle, ocurre algo extraño. La víspera de Halloween, el balón con el que juegan D.J. y su amigo va a parar al jardín del señor Nebbercracker, pero inexplicablemente llega al interior de la vivienda. Cuando su amiga Jenny está a punto de ser engullida por la misteriosa casa, nadie cree a los asustados chicos; así que los tres deciden investigar el enigma por su cuenta.
Es difícil que un género tan sorprendente de por sí como el animado, consiga resultarlo aún más dado el grado de calidad al que ha llegado en los últimos tiempos. Pues bien, al igual que las producciones de Pixar, SHREK o los trabajos de Hayao Miyazaki, esta MONSTER HOUSE lo consigue. En un terreno en el que además, me atrevería a decir que resulta un tanto pionera, el de terror. Pues aunque Disney a través de algunas de sus malvadas criaturas lo había hecho puntualmente en el pasado, no me consta ningún ejemplo que base su razón de ser en el mismo. Este es el caso.
Producida por Steven Spielberg y Robert Zemeckis, se nota su sello en su deslumbrante “puesta en escena” digital. Espectaculares movimientos de cámara, como el del comienzo, personajes de un realismo asombroso o ambientaciones de lo más cuidadas (esa casa Nebbercracker es de lo más estimulante al respecto), así lo atestiguan. No pudo debutar mejor su director, Gil Kenan, que con esta impecable propuesta.
Una propuesta a propósito de casas encantadas, mujeres de feria y espíritus malignos que puede satisfacer por igual a mayores y pequeños, pues su mezcla de acción, aventuras, sustos e intriga dan como resultado un cóctel que provoca que sea muy difícil despegar la vista de la pantalla y de lo que les acontece a sus jóvenes protagonistas, Jenny, DJ Walters y Croqueta.
Todo ello barnizado con un estimulante y atenuador sentido del humor que hace que la historia sea aún más digerible. La diversión está garantizada.
En 2006 compitió con otras dos muestras excelentes, sobre todo la segunda, en este apartado, CARS y HAPPY FEET, obteniendo finalmente la estatuilla esta última, la trepidante producción de los pingüinos bailarines. Aquél mismo año está fechado otro exponente meritorio, VECINOS INVASORES.
José Luis Vázquez