domingo, 4 de mayo
domingo, 4 de mayo
Director: Clint Eastwood
Intérpretes: Clint Eastwood, Charlie Sheen, Sonia Braga, Raúl Juliá, Tom Skerritt, Tony Plana, Pepe Serna, Lara Flynn Boyle, Donna Mitchell
Sinopsis: Pulovski (Eastwood) es un policía veterano y muy temperamental. David Ackerman (Charlie Sheen) es, por el contrario, un policía novato e inseguro. A pesar de sus diferencias, ambos deben trabajar juntos para atrapar a los asesinos de un colega de Pulovski, que pertenecen a una poderosa banda que se dedica a robar coches de lujo para venderlos de nuevo.
Este jueves 3 de julio a las 22:15 h. en CMT.
Probablemente el trabajo menos destacado de Clint Eastwood como director, lo cual en este caso quiere decir que equivale al mejor de tantos otros.
De acuerdo que no aporta nada especial a su filmografía, pero es un competente y altamente valorable espectáculo de acción convencional que maneja una serie de tópicos habituales en este tipo de historias. Aunque pensándolo bien, cuenta al menos con una secuencia singular, tensa y francamente apreciable. Aquélla de la seducción/violación de Sonia Braga al personaje encarnado por el mítico actor, uno de esos polis veteranos y con mucho nervio que tan sumamente bien ha bordado en tantas ocasiones.
Cabe destacar que este trabajo se encuentra ya encuadrado en la segunda y más prestigiosa parte de su carrera tras las cámaras, esa que comienza con el reconocimiento –y relativa sorpresa para muchos- de BIRD y prosigue inmediatamente con la aclamación unánime, tanto de público como de crítica, de SIN PERDÓN. Precisamente se rodaría entre ambas, con el único intervalo de que la anterior fue esa espléndida incursión africana y “hemingweyana” titulada CAZADOR BLANCO, CORAZÓN NEGRO.
Bien puede interpretarse, de hecho creo es la más conveniente manera de hacerlo, como una de esas refrescantes, ligeras y populares “buddy movies” que alcanzarían su máximo apogeo durante las décadas de los 80 y 90. Eastwood tiene que lidiar para la ocasión, algo muy típico y habitual por otra parte, con un compañero novato y por tanto inexperto, desenvueltamente interpretado por Charlie Sheen.
Los máximos aciertos en una producción de estas características hay que buscarlos en las muy bien rodadas secuencias de acción y en ese tono de aparente contrariedad entre colegas que se gastan sus dos protagonistas.
Sirva en cualquier caso esta película “menor” para reivindicar de nuevo al Eastwood actor, un profesional sobrio, más bien lacónico, digno heredero de la mejor escuela norteamericana interpretativa, naturalista, alejada de cualquier rasgo de afectación. La encarnada en el pasado por nombres tan excepcionales como Joseph Cotten, Robert Mitchum, Sterling Hayden o Dana Andrews entre cientos de ejemplos.
Un entretenimiento considerable que aunque no alcanza las excelsas cotas de la mayor parte de títulos de su máximo responsable, alcanza unos niveles francamente respetables de buen cosido profesional.
José Luis Vázquez
