Director: Nicholas Ray
Intérpretes: Anthony Quinn, Yoko Tani, Peter O'Toole, Carlo Giustini, Marie Yang, Andy Ho, Kaida Horiuchi
Sinopsis: Historia sobre los esquimales y su forma de vida en los bellos y fríos parajes del Polo.
Este domingo 18 de mayo a las 00:35 h. madrugada del lunes en 13TV.
Alejado de cualquier adoctrinamiento y tono panfletario, el genial y rebelde cineasta estadounidense Nicholas Ray (JOHNNY GUITAR, REBELDE SIN CAUSA, CHICAGO AÑO 30) propuso en 1960 un hermoso canto sobre la naturaleza, el buen salvaje, el hombre en su estado más puro. Y aprovecharía la ocasión para disertar sobre qué es lo supuestamente civilizado.
Constituye, sin duda alguna para el que esto escribe, una de sus obras más centelleantemente hermosas y afirmo que nos propuso muchas de tal calado. Su tono habitualmente febril se encuentra aquí en estado efervescente. Por momentos parece un documento, un estudio antropológico con el puñado de ficción adecuada para darle consistencia a todo ello. De hecho, su mínimo argumento es máximamente aprovechado.
La cascada de momentos deslumbrantes es continua. Esa travesía en kayak de sus protagonistas por unas aguas tan transparentes y cristalinas como ellos, resulta inolvidable. Las secuencias del igloo desbordan un encanto especial y un plenamente convincente sentido de lo primitivo.
Los paisajes polares (alasqueños y canadienses), esos exteriores helados en interminables mantos blancos fueron primorosamente filmados por Aldo Hennessey y Aldo Tonti, acompañados por la impagable y envolvente música de Lavagnino.
El personaje interpretado magistralmente por Anthony Quinn, desborda tanta credibilidad y veracidad como la propia historia, pero dotado todo ello de ese toque lírico habitual en Ray.
Lo que tal vez no puedan apreciar en toda su magnificencia es su original formato de Technirama 70, aún así dado los pantallones de los cuales hoy nos surtimos en los hogares para las sesiones cinematográficas, podrán extraer en cualquier caso toda la belleza física y emocional que desprenden sus imágenes y su alma. Y también toda la pasión volcada por su autor.
Una obra maestra sobre una forma de vida condenada, contaminada en su pureza, a punto de extinguirse definitivamente.
José Luis Vázquez