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La película de la tele

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Los chicos del Preu ()

Director: Pedro Lazaga

Intérpretes: Alberto Closas, José Luis López Vázquez, Emilio Gutiérrez Caba, María José Goyanes, Cristina Galbó, Karina, Rafaela Aparicio, María Baizán, Mary Carrillo, Margot Cottens, Gemma Cuervo, Alfonso Del Real, Pedro Díez del Corral, Manuel Gas, Carlos Mendy, Óscar Monzón, José Orjas, Erasmo Pascual, Pastora Peña, Luisa Sala, Camilo Sesto

Sinopsis: Un grupo de jóvenes muy aficionados a la música están a punto de ir a la universidad. Algunos de ellos conocerán el primer amor o tendrán que sufrir el rigor de un intransigente catedrático que en raras ocasiones aprueba a sus alumnos. Otros, en cambio tendrán que afrontar problemas más serios: la difícil comunicación con sus padres o los esfuerzos de éstos para pagar sus estudios.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 2 estrellas

Este sábado 15 de marzo a las 19:00 h. en La 1.

El tarraconense Pedro Lazaga fue un más que digno y prolífico artesano del cine español, hábil y solvente en el manejo de la cámara, decente muñidor de historias, que alternaría títulos respetablemente comerciales (LOS TRAMPOSOS, LUNA DE VERANO, LA CIUDAD NO ES PARA MÍ) con otros igualmente interesantes y algo más comprometidos (CUERDA DE PRESOS, LA PATRULLA, TRAMPA PARA CATALINA, LARGO RETORNO).

LOS CHICOS DEL PREU, rodada entre LAS VIUDAS y LAS CICATRICES, la rodó en una etapa más bien prescindible, aunque este título en concreto alcanzaría cierta popularidad en la España de finales de los 60, a base de hacer gala de abundantes topicazos (el primer beso, los primeros escarceos universitarios, amables travesuras juveniles…) y clichés tanto en lo referido a lo argumental como a lo formal.

Muestra una juventud desenfadada, inocentemente inconsciente, que todo lo acaba solucionando y ajena a cualquier asomo reivindicativo verdaderamente molesto para las fuerzas vivas. Nada que no estuviera preestablecido por patrones de una algo rancia superficialidad. Por otra parte, no deja de recoger igualmente una cierta realidad del momento.

Resulta inocua, su diversión es muy discreta, plantea situaciones ramploncillas pero cuenta con un desfile de lo más atractivo de grandes secundarios y de jóvenes cantantes que comenzaban a despuntar, como Karina o Camilo Sesto.

Seguro que a más de uno/a le surgirá una lagrimita nostálgica, pues al fin y al cabo y pese a la endeblez del conjunto, no deja de constituir el testimonio de una época en que los españolitos comenzaban a experimentar ligeros fulgores y atisbar, aunque no se fuera todavía consciente de ello, la luz al final del túnel. A la vuelta de la esquina estaban si no las primeras, sí revueltas algo más clamorosas en la Universidad.

Un relativo aperturismo en modos y costumbres se atisbaba ya en el horizonte y comenzaba a dejarse atrás la negrura de unos años difíciles para casi todos menos para los eternos mandamases y poderosos. Mientas, al pueblo continuaban ofreciéndosele productos  cinematográficos tan inofensivos y forzadamente alegres como éste.

José Luis Vázquez