sábado, 2 de agosto

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

La película de la tele

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

El honor de los Prizzi ()

Director: John Huston

Intérpretes: ack Nicholson, Kathleen Turner, Anjelica Huston, Robert Loggia, John Randolph, William Hickey, Lawrence Tierney, CCH Pounder, Lee Richardson

Sinopsis: Charley Partanna es un asesino a sueldo al servicio de los Prizzi, una de las familias más poderosas de la mafia. La nieta del Don está enamorada de él, aunque entre ellos va a interponerse una bella y enigmática rubia: Irene Walker.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Este miércoles 5 de febrero a las 13:10 h. en La Sexta 3.

Pertenece a la etapa crepuscular, terminal -de hecho, sería su penúltimo trabajo- de un ya tambaleante pero siempre formidable John Huston. El cineasta estadounidense la rodó a punto de cumplir los 80 años.

Y qué manera de clausurarla, qué vigor senil y humor cáustico gastó el maestro hasta su casi último aliento, nunca mejor dicho. DUBLINESES, o LOS MUERTOS en su verdadero título original, su definitiva clausura dos después, ya la rodaría íntegramente en silla de ruedas y acompañado de botellas de oxígeno, con unas ganas y lucidez realmente increíbles, extracorpóreas.

Pero antes, esta es toda una demostración de cinismo reconstituyente, mordacidad sin silenciador y sentido del humor incendiario.

EL HONOR DE LOS PRIZZI es una explosiva y feliz mezcla de géneros. Desde el thriller a la comedia ennegrecida, desde el drama al romanticismo más desesperadamente salvaje o a las más atrabiliarias credenciales mafiosas. Todo ello activado mediante un perfecto y abrillantado mecanismo de relojería, una espoleta de alta precisión.

Una aria in crescendo de violencia, humor y pasiones encontradas, envuelto en una jacarandosa tonalidad operística y en la que la obertura de EL BARBERO DE SEVILLA adquiere una dimensión gratamente bufonesca, “polichinelesca”.

No está exenta tampoco la originalidad tanto en el trazo de personajes y situaciones. Y aunque va de lo mismo, no esperen nada comparable a otras cimas de este tipo de asuntos, como EL PADRINO, UNO DE LOS NUESTROS, ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA o EL PRECIO DEL PODER. Tiene personalidad propia, un tono más íntimo, menos grandilocuente y refleja un microcosmos de lo más peculiar, sin evadir ciertos  tópicos “familiares” en ambientes de este corte y confección.

Interpretada por unos verdaderamente divertidos e irónicos Jack Nicholson, como el matón enamoradizo Charlie Partanna, y Kathleen Turner, como una asesina de -nunca mejor dicho- armas tomar, toda una mujer fatal, y utilizando a su picassiana hija en la vida real Anjelica como cebo argumental constituye un impecable ejercicio sobre matones de caligrafía luminosa, dinámica y festiva.

La demostración de que hasta los mercenarios más cínicos y recalcitrantes también tienen su corazoncito… inflamado en sangre, percutores y desconfianza, eso sí.

Una magnífica casi despedida. La profunda melancólica se produciría al año siguiente con la citada y honda DUBLINESES, o sea LOS MUERTOS.

José Luis Vázquez