Cultura en Tiempos de Crisis

La verdadera historia de Calamity Jane (1949)

Director: George Sherman

Intérpretes: Yvonne De Carlo, Howard Duff, Dorothy Hart, Willard Parker, Norman Lloyd, Lloyd Bridges, Marc Lawrence, Houseley Stevenson, Milburn Stone, Clifton Young, John Rodney, Roy Roberts

Sinopsis: Sam Bass es un hombre sin rumbo que se presenta en Denton, una pequeña ciudad de Texas, en busca de trabajo. No tardará en atraer la atención de Katherine Egan, dueña del almacén local y hermana del sheriff y de la salvaje chica de la frontera Calamity Jane. Sus problemas con las mujeres y con el juego torcerán su camino y terminará convirtiéndose en un célebre forajido. Un modesto western que narra la historia de uno de los más famosos delincuentes del Oeste americano.

Crítica de José Luis Vázquez

Este viernes 3 de octubre a las 18:15 h. en CMT.

Esto es lo que bien puede ser perfectamente denominado como una curiosidad, una rareza o un humilde incunable.

Uno de tantos westerns que fabricara en serie, como el panadero que fabrica bollos, el esforzado artesano George Sherman (EL PIEL ROJA, ASALTO AL FUERTE CLARK), que llegaría acercarse hasta nuestra España de los 60 para dirigir a Marisol en LA NUEVA CENICIENTA.

Constituye esta una entretenida, sencillita y colorista película del Oeste en torno a una de las figuras femeninas más destacadas de aquélla pionera, agitada, febril y expansiva época de la historia norteamericana.

Galopadas, tiros, caballos, persecuciones, vistosas localizaciones, esplendoroso technicolor son aditamentos sin conservantes ni colorantes de una de tantas producciones Universal de la época –finales de los 40- para mayor gloria y realce de la verdaderamente guapa Yvonne De Carlo.

La igualmente bella Dolores Hart, convertida al poco tiempo en monja en la vida real, el apuesto Howard Duff o el patriarca de los hermanos Bridges, Lloyd, no son compañeros de viaje que resulten para nada moco de pavo.

No corren tiempos como para que se pongan demasiado exigentes, ya quisiéramos muchas de éstas pese a sus modestos, discretos pero eficientes resultados.

José Luis Vázquez