sábado, 5 de julio

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

La película de la tele

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

Cariño, he encogido a los niños ()

Director: Joe Johnston

Intérpretes: Rick Moranis, Matt Frewer, Marcia Strassman, Kristine Sutherland, Thomas Wilson Brown, Jared Rushton, Amy O'Neill, Robert Oliveri, Carl Steven, Mark L. Taylor, Kimmy Robertson

Sinopsis: Wayne Szalinski es un científico e inventor que desarrolla una máquina que permite encoger el tamaño de los objetos. Una pelota de béisbol activa accidentalmente la máquina sobre sus hijos, que vivirán una auténtica aventura intentando atravesar el césped del jardín hasta la casa, convertido ahora en una auténtica "jungla" para ellos.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Este martes 30 de junio a las 17:00 h. en Paramount.

Con el estadounidense, californiano para más señas, Joe Johnston (que comenzara su trayectoria profesional en la incipiente productora creada por George Lucas), sucede algo parecido que con dos geniales compatriotas suyos, Robert Zemeckis y Ron Howard, entre decenas de ejemplos. Y es que creo sinceramente que nunca han sido suficientemente reconocidos en toda su justeza, y ello pese a que estos dos últimos han sido reconocidos con sendas estatuillas por parte de la Academia hollywoodiense.

Cierto es que Johnston ha parpadeado en su luz creativa con los dos últimos trabajos (EL HOMBRE LOBO y la, en cualquier caso, agradable y retro CAPITÁN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR), pero no menos cierto es que en ninguno de los nueve que conforman su filmografía hasta la fecha, jamás ha defraudado y en cambio nos ha regalado generoso y abundante espectáculo del bueno, a granel. Por ejemplo, en la magnífica tercera entrega de PARQUE JURÁSICO, en JUMANJI, CIELO DE OCTUBRE, ROCKETEER, OCÉANOS DE FUEGO y, por supuesto,  en la irresistiblemente distraída y simpatiquísima CARIÑO, HE ENCOGIDO A LOS NIÑOS.

Evidentemente, aquellos efectos especiales por él aquí desplegados y que llamaran tanto la atención en su época, hoy en día han sido convenientemente “superados”,  pero como aparte tecnología punta lo que mostraban era una gran imaginación y una sobresaliente confección artesanal, pues seguro que continuarán desprendiendo un considerable encanto.

No hay resquicio alguno de pretensión en su ligero y sencillo argumento, apto por igual para mayores y niños, sobre todo para los segundos, pues todavía recuerdo con una sonrisa la enorme diversión procurada a los más pequeños que tenía a mi alrededor cuando asistí a su estreno, allá por el ya lejano y hoy en día tan reivindicable cinematográficamente 1989. Pondré tan solo tres ilustrativos ejemplos: EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS, MAGNOLIAS DE ACERO y CINEMA PARADISO.

El menudo Rick Moranis (¡qué bien estaba como manager en la extraordinaria CALLES DE FUEGO!) pecha con un divertido personaje, sobre el que recae el protagonismo de la trama. Es Wayne Szalinski, un científico que inventa una máquina para encoger el tamaño de las cosas… y también el de las personas, algo que experimentarán accidentalmente sus propios hijos.

Las risas y el ritmo están garantizados durante todo su metraje. Hace ya un tiempo largo que no la he revisado y no sé si esos toques infantiles se habrán acabado trocando en infantiloides, pero lo que sí puedo asegurarles es que guardo, todavía relativamente fresco, un recuerdo feliz en mi memoria. Y me da en la nariz que continua conservando intactas todas sus muchas virtudes, que son varias y en aras al más respetuoso, al más legítimo entretenimiento de los espectadores, pues esa es la esencia primera que debe gobernar al Séptimo Arte. 

José Luis Vázquez