Director: Henry Hathaway
Intérpretes: John Wayne, Rita Hayworth, Claudia Cardinale, John Smith, Lloyd Nolan, Richard Conte, Wanda Rotha, Kay Walsh
Sinopsis: Matt Masters, un excepcional jinete, muy certero en el tiro con rifle, es el propietario de un circo que lleva su nombre. Desde hace años es el padre adoptivo de Toni, la hija de un trapecista que murió mientras actuaba. Aunque Toni trabaja en un número del Oeste, su verdadera vocación es el trapecio. Durante una gira por Europa, el circo está a punto de quebrar, y Matt debe buscar una solución para evitarlo.
Este jueves 21 de noviembre a las 15:30 h. en La Sexta 3.
Es mi película de ambiente circense favorita junto a TRAPECIO de Carol Reed, LA PARADA DE LOS MONSTRUOS de Tod Browning, EL MAYOR ESPECTÁCULO DEL MUNDO de Cecil B. De Mille y EL CIRCO de Charles Chaplin. Me dejo unas cuantas más y otras tantos atractivas y pasables, desde PASA EL CIRCO de Frank Capra o EL GRAN CIRCO de Joseph M. Newman hasta la reciente y atractiva AGUA PARA ELEFANTES de Francis Lawrence.
Constituye la penúltima superproducción rodada en España del genial, colosal y megalómano Samuel Bronston. Para esta en concreto, se trasladaría con estrellas y aperos hasta Barcelona, en cuyo puerto se rodaría la famosa secuencia del hundimiento del barco.
Para la recreación del circo Matt Masters, Bronson contrataría al Althoff, con todo su equipamiento y personal, construyendo una superficie de 120 metros. En ese momento, el mayor del mundo era el Ringlin Barnum americano. El de la película, medía 10 metros más de largo, por lo que se convertiría en el circo más grande del mundo.
CIRCUS WORLD es un espectáculo encantador, un melodrama circense dirigido con mano maestra y pulso firme por el gran Henry Hathaway, un cineasta estadounidense necesitado de una urgente reivindicación.
¡Es tan bonita y tan agradable de ver! Los puristas han dicho o dirán que su argumento es de lo más tópico, sobado, visto y previsible, pero aparte de ser convenientemente reciclado mediante una enorme energía narrativa, se eleva por encima de ello gracias a la citada dirección de Hathaway, sabia y experta, a un equipo artístico-técnico de lo más competente (sólido guión de Ben Hecth, preciosa banda sonora de Dimitri Tiomkin con una canción en el mejor estilo Mancini, la fotografía de Jack Hildyard, etc.) y a unos intérpretes de lo más carismáticos.
Se contrató para la ocasión ni más ni menos que al mismísimo John Wayne, a un recio Richard Conte, a una esplendorosamente decadente Rita Hayworth o a una rutilante y jovencita Claudia Cardinale. Todos ellos confiriéndole a la historia un “glamour” extra.
No está demasiado bien considerada críticamente, se la ha despachado siempre con un “se deja ver”, pero siempre que la reviso me proporciona un inagotable y primitivo placer. Y es que el cine como el circo debe, sobre todo, captar la atención, que pasen, vean y disfruten.
José Luis Vázquez