Director: Edward Zwick
Intérpretes: Brad Pitt, Anthony Hopkins, Julia Ormond, Aidan Quinn, Henry Thomas, Karina Lombard, Tantoo Cardinal, Gordon Tootoosis, Paul Desmond, Kenneth Welsh
Sinopsis: William Ludlow (Anthony Hopkins), un coronel abandonado por su mujer, ha criado a sus tres hijos en su gran rancho de Montana, en las colinas de las Montañas Rocosas. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) y una bella mujer cambiarán el destino de todos ellos para siempre. Sus hijos son el indómito Tristan (Brad Pitt), el sensato Alfred (Aidan Quinn) y Samuel (Henry Thomas), el menor, que acaba de traer al rancho a su bella prometida Susannah (Julia Ormond).
Bonita película de veras, puede que para algunos excesivamente esteticista, relamida y empalagosa, pero ¿a quién amarga un dulce? Parece ser que la cabellera indómita de Brad Pitt, el rebelde Tristán (personaje muy “jimharrisoniano”, el autor que lo creó) es uno de los rasgos más identificables de LEYENDAS DE PASIÓN, pero ofrece muchos más.
Comenzando por su muy cuidada dirección artística y su tono épico, terrenos en los que siempre se ha movido como pez en el agua (compruébese en las igualmente muy elogiables TIEMPOS DE GLORIA y EL ÚLTIMO SAMURÁI) su director, Edward Zwick, originario de Chicago. Continuando igualmente por una envolvente y extraordinaria banda sonora de James Horner. Y recalando en un reparto de primera, comandado, Pitt aparte, por Anthony Hopkins, Julia Ormond, Aidan Quinn o el inolvidable Elliot de E.T., Henry Thomas.
Capítulo aparte merece la imponente fotografía del estadounidense John Toll, recompensado merecidísimamente por la misma con un Oscar, premio que volvería a repetir al año siguiente con otro trabajo a idéntica altura para BRAVEHEART. En 2016 un colega de profesión, el mejicano Emmanuel Lubezki, le superaría consiguiendo tan prestigioso galardón durante tres temporadas consecutivas (GRAVITY, BIRDMAN y EL RENACIDO). Su cualidad más llamativa es un admirable dominio de la luz natural en exteriores de idéntica índole, los aquí propuestos verdaderamente espectaculares.
Y es que esta saga familiar ambientada en las Montañas Rocosas a comienzos del siglo XX, deslumbra por su brillante factura técnica y por sus electrizantes travellings, sin embargo, en algún momento asoma alguna ligera superficialidad de cariz folletinesco que, inmediatamente, es convenientemente camuflada mediante bellas estampas. No empaña en absoluto un resultado de gran vistosidad y atractivo.
Aunque muchos ya se la sabrán de memoria, trata sobre tres hermanos antitéticos, uno de ellos especialmente indómito y salvaje (Pitt) en pugna por una hermosa mujer y enfrentados a un veterano, escéptico y regio patriarca. Conflictos familiares mil envueltos en una trama que, pese a su dilatada duración, discurre ágilmente, teniendo como telón de fondo diversos acontecimientos históricos de aquél primer cuarto de siglo: la I Guerra Mundial, la Ley Seca…
Un taquillazo en su momento, algo perfectamente entendible, no comprendo en cambio que lo hagan otras producciones actuales… Y aún después, cuando ha sido emitida en diferentes canales televisivos, ha obtenido unos shares respetabilísimos.
Padeció bastante desdén por parte de la crítica, algo que me parece meramente anecdótico y que tan solo me limito a constatar, resultando otro típico caso de clamorosa divergencia respecto a los gustos del gran público (al revés también se pueden poner otros ejemplos).
Francamente disfrutable.
José Luis Vázquez