Director: Edward Dmytryk
Intérpretes: William Holden, Richard Widmark, Janice Rule, Patrick O'Neal, Victoria Shaw
Sinopsis: Alvarez Kelly es un ganadero mexicano que aprovecha la Guerra de Secesión (1861-1865) para ganar dinero. Es contratado por el ejército de la Unión para transportar 2.000 cabezas de ganado desde México a Virginia. Pero, durante el camino, el rebaño de Kelly es interceptado por el coronel confederado Tom Rossiter, que quiere apoderarse de las reses para alimentar a sus hambrientas tropas
Este martes 3 de septiembre a las 17:00 h. en CMT.
El ocaso del western, el verdadero, el clásico y el renovador estadounidense, fue dilatado, pródigo en grandes títulos y brillantísimo. ÁLVAREZ KELLY, de 1966, no es un ejemplo de los que vayan a ser señalados en letras de oro, pero resulta de lo más estimulante y brioso. Cine de género resuelto con profesionalidad y un muy apreciable sentido del entretenimiento.
Fue dirigido por uno de los “malditos” y perseguidos por el nefasto senador McCarthy durante su oprobiosa Caza de Brujas, el estupendo cineasta Edward Dmytryk, el cual iría poco a poco rehaciéndose y poniendo su talento al servicio de excelentes películas comerciales (para mí este calificativo carece de cualquier rasgo peyorativo en la época dorada de Hollywood): EL MOTÍN DEL CAINE, EL ÁRBOL DE LA VIDA, EL HOMBRE DE LAS PISTOLAS DE ORO, EL BAILE DE LOS MALDITOS, LA BATALLA DE ANZIO o LA GATA NEGRA.
Basado en un episodio real, transcurre en plena Guerra de Secesión. Yanquis y sudistas se zurran de lo lindo, Álvarez Kelly es un ganadero mejicano, fronterizo, que aprovecha la contienda para lucrarse trasladando ganado desde su tierra al estado de Virginia.
El tal Kelly está encarnado con el aplomo, la seguridad y la naturalidad que eran habituales en el gran William Holden. Otro grande, el rubio Richard Widmark es un tuerto sudista creyente en su causa. Patrick O´Neal pone el contrapunto como un despreciable arribista nordista. La historia ofrece un “insólito” y manifiesto desencanto por ambos bandos. También pululan dos espléndidas mujeres y actrices, Janice Rule y Victoria Shaw.
La estupenda secuencia de la estampida de ganado es una buena demostración de la buena conjunción entre técnicos y especialistas. Presten igualmente atención a sus explicativos títulos de crédito iniciales, sobre la importancia de los acarreadores de ganado a lo largo del tiempo.
Su impecable manufactura no parece cuestionable.
José Luis Vázquez