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La película de la tele

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El secreto de Santa Vittoria ()

Director: Stanley Kramer

Intérpretes: Anthony Quinn, Anna Magnani, Virna Lisi, Hardy Kruger, Sergio Franchi, Renato Rascel, Giancarlo Giannini, Eduardo Ciannelli, Valentina Cortese

Sinopsis: Santa Victoria, un tranquilo pueblo del norte de Italia, es famoso por su delicioso vino. A punto de terminar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), es ocupado por tropas alemanas, cuya misión es requisar un millón de botellas del preciado caldo. Pero resulta que, tras la muerte de Mussolini y la caída del fascismo, hay en el pueblo un nuevo alcalde que encuentra la solución para evitar el expolio: esconder las botellas antes de la inminente llegada de los alemanes.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Este lunes 19 de agosto a las 13:30 h. en La Sexta 3. 

El productor y cineasta estadounidense Stanley Kramer, uno de los abanderados del liberalismo más progresista durante la década de los 50, 60 e inclusive 70, nunca ha obtenido una excesiva consideración crítica por parte de mis colegas, pero una considerable –y excelente- parte de su filmografía (NO SERÁS UN EXTRAÑO, FUGITIVOS, LA HORA FINAL, EL BARCO DE LOS LOCOS, ORGULLO Y PASIÓN, EL MUNDO ESTÁ LOCO LOCO LOCO LOCO, VENCEDORES O VENCIDOS, ADIVINA QUIÉN VIENE ESTA NOCHE o la algo menos exitosa pero grandiosa LA HERENCIA DEL VIENTO) ha gozado incondicionalmente con el favor del público.  

Debo ser de los escasos defensores a machamartillo de, prácticamente, toda su obra, aún de los títulos aparentemente menores, estoy pensando por ejemplo en su despedida del cine en 1979, con la francamente agradable MÁS ALLÁ DEL AMOR. Y en contra de lo que se podía pensar en su momento, se conserva muy bien, fresca, lozana, vigente. Puedo admitir en algún momento resulte discursiva, pues así solía plantear y ser norma casi siempre en buena parte de sus proyectos, pero en su caso ello no me resulta en modo alguno molesto, más bien todo lo contrario, considero que suele estar expuesto de manera tremendamente eficaz y doctamente explicativa.  

EL SECRETO DE SANTA VITTORIA, producción de 1969, con la que inicia un relativo y prolongado ocaso es posiblemente uno de los más relajados y menos “pretenciosos” de sus trabajos. Cuenta un episodio localizado en un pueblo del norte de Italia, a punto de finalizar la Segunda Guerra Mundial. El nuevo alcalde (un formidable, como siempre, Anthony Quinn), el borracho del lugar nombrado apresuradamente, para evitar el expolio de los nazis, decide esconder toda una amplia cosecha de botellas de vino, aparentemente a buen recaudo del invasor.  

Esta simpática premisa da lugar a un no menos simpático y abigarrado cuadro de costumbres y tipología picaresca, que en algún momento cae en ciertos tópicos, pero que en esta ocasión se dan por bien empleados y acaban hasta sublimándose. Pues la historia, en todo momento, muestra un reconstituyente desparpajo y un tono de permanente alegría, pese a ciertos brochazos dramáticos.  

A Quinn le secunda uno de los inevitables villanos nazis de aquélla época, el apolíneo Hardy Kruger, un bellezón italiano de los muchos quilates como Virna Lisi y un buen puñado de formidables característicos italianos –la película la rodaron los norteamericanos en escenarios naturales, con importantes aportaciones autóctonas- como Giancarlo Giannini, Valentina Cortese, Sergio Franchi, Renato Rascel o Eduardo Ciannelli.  

Ofrece, además, buen espectáculo humanizado –Kramer así lo era- y destreza narrativa. Sumen a ello una buena partitura del compositor de ÉXODO, Ernest Gold, y una reluciente fotografía del maestro, también italiano, Giuseppe Rotunno. Obtuvo dos nominaciones al Oscar, a la mejor banda sonora y al montaje.  

Un delicioso, festivo y entrañable canto a la vida.

José Luis Vázquez