Director: Joseph L. Mankiewicz
Intérpretes: Gene Tierney, Rex Harrison, George Sanders, Edna Best, Vanessa Brown, Anna Lee, Robert Coote, Natalie Wood
Sinopsis: Lucy Muir es una joven viuda que decide irse a vivir a orillas del mar, a una casa encantada que perteneció al capitán Gegg, un marinero cuyo fantasma se le aparece. Al principio, el capitán utiliza los mismos trucos que le sirvieron para librarse de otros inquilinos, pero con Lucy no funcionan.
Sublime historia de amor, que podéis descubrir los amantes del cine, de la vida, del buen gusto y del romanticismo más exacerbado. Su genio creador, uno de los individuos más cultos, refinados, inteligentes y agudos del Hollywood de siempre, Joseph L. Mankiewicz. El responsable de obras maestras como EVA AL DESNUDO, LA HUELLA, CLEOPATRA, LA CONDESA DESCALZA, EL DÍA DE LOS TRAMPOSOS, UN RAYO DE LUZ, CARTA A TRES ESPOSAS, OPERACIÓN CICERÓN, EL MUNDO DE GEORGE APLEY o ELLOS Y ELLAS.
Esta película es un encantador cuento romántico a partir de una justamente aceptada premisa fantástica. Realizado con elegante maestría y una sensibilidad que llega a emocionar, el film alcanza sus más altas e insuperables cotas en algunos momentos de su segunda parte, como la despedida del fantasma mientras duerme su amada o la bellísima última secuencia. Inolvidable pareja protagonista (¡cómo evitar enamorarse, aún siendo incorpóreo, de Gene Tierney, dulce, etérea y a la vez determinada viudita!).
Gene Tierney ha sido una de las actrices más bellas y fascinantes de la Historia del Cine, con esos rasgos un tanto exóticos y orientalizados. Para siempre quedará en los anales, como la mítica protagonista de esa “master piece” del cine negro y ensoñador titulada LAURA.
Atención a la banda sonora de esta película, de Bernard Herrman, el genial compositor de varias de las más míticas películas del maestro Hitchcock, como VÉRTIGO, PSICOSIS o MARNIE LA LADRONA.
LUCY Y EL FANTASMA DEL CAPITÁN GREGG
Tercer largo de Mankiewicz, basado en la novela homónima (1945) de R.A. Dick, pseudónimo de Josephine Aimée Leslie. Se rodó en Carmel-by-the-Sea y Palos Verdes (California) y en estudio. Fue nominada al Oscar a la mejor fotografía en blanco y negro. Se estrenó el 26-VII-1947. El productor fue Fred Kolhman.
La acción tiene lugar en los primeros años del siglo XX, en Londres y en el chalé “La Gaviota”, situado frente al mar en el término del Whitecliff, en la costa sur de Inglaterra. Narra la historia de una viuda joven, Lucy Muir (Gene Tierney), madre de una niña de 5 años, Anna (Natalie Word), que decide dejar la casa de la suegra en Londres para ir a vivir en un lugar próximo al mar. Elige una vivienda aislada, acristalada y luminosa, en la que vive el fantasma de su antiguo propietario, el capitán Daniel Gregg (Rex Harrison).
La película muestra como una relación entre un hombre y una mujer puede evolucionar desde el enfrentamiento a la amistad y al amor. En ello tiene un papel determinante la fortaleza y la habilidad de Lucy para dominar a un fantasma iracundo. La exploración de los arcanos del amor humano es objeto de tratamiento en obras posteriores del autor. Lucy debe elegir entre el amor físico y tangible de Miles y el amor intangible y espiritual de Daniel. En el primero encontrará satisfacción carnal y en el segundo, un amor lleno de pasión emocional y plenitud espiritual. No se aclara si Daniel es un producto de la mente de Lucy y Anna, alimentada por el entorno, o es una realidad sobrenatural auténtica. La película combina varios géneros: comienza como una pieza de horror, continúa como una comedia romántica ligera y termina como un relato fantástico. Son destacables las escenas del baño en la playa, el primer encuentro visual de Lucy y Daniel y la despedida de la suegra y la cuñada.
La música, de Bernard Herrman (VÉRTIGO) se integra de tal modo en la narración que pasa a formar parte de ella. La partitura es de aire intensamente romántico. Evoca misterio, intriga, turbulencias, calma y amor. La fotografía de Charles Lang, luce un excelente dibujo, marcado por la combinación de luces, sombras, reflejos, brillos y contraluces. La cámara se mueve con agilidad para encontrar los detalles a destacar. Las vistas panorámicas amplias son fuente de imágenes de gran hermosura. Resalta la belleza serna y limpia de la protagonista. El guión explora las relaciones amorosas con brillantez. Puntea el metraje con humor, que humaniza al fantasma y hace grato el relato. La interpretación de Gene Tierney es una de las tres mejores de su carrera (junto a las de LAURA y ¡QUÉ EL CIELO LA JUZGUE!). Harrison y Sanders ofrecen intervenciones magníficas. Se agradece la presencia de Natalie Word, de 8 años, como Anna niña. La dirección construye una obra sorprendente, que sumerge al espectador en un mundo cautivador de amor y fantasía.
Película de magnífica fotografía, excelente música y grandes interpretaciones. Pletórica de fantasía y fino humor, cuenta una singular historia de amor.
UN PUENTE DE PALABRAS
Querida Lucy,
Somos un destello de tiempo entre dos abismos de triste inmaterialidad: ayer, mañana
Si sólo poseemos el presente, ¿cómo amarnos?, ¿en qué barco o luna pasajera?, ¿en qué caricias de papel?
Caminamos, separadamente, por el anverso y el reverso de una misma hoja en blanco inacabable. Olvidamos, sabiendo que del otro lado de la hoja está el vacío.
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Mi querida Lucía,
tú eres y yo fui. Levantemos juntos un puente de palabras. Crucemos de la mano su lectura
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Lucía, Lucía,
no digas que fue un sueño.
Nota (Muir en gaélico significa mar)
José Luis Vázquez