Director: Alfred Hitchcock
Intérpretes: James Stewart, Grace Kelly, Thelma Ritter, Raymond Burr, Judith Evelyn, Wendell Corey
Sinopsis: Un reportero fotográfico (Stewart) se ve obligado a permanecer en reposo con una pierna escayolada. A pesar de la compañía de su novia (Kelly) y de su enfermera (Ritter), procura escapar al tedio observando desde la ventana de su apartamento con unos prismáticos lo que ocurre en las viviendas de enfrente. Debido a una serie de extrañas circunstancias empieza a sospechar de un vecino cuya mujer ha desaparecido.
REAR WINDOW, o séase, LA VENTANA INDISCRETA, figura entre mis siete películas favoritas de Alfred Hitchcock, si es posible hacer una selección de solo siete. Junto con VÉRTIGO, PSICOSIS, REBECA, ENCADENADOS, LA SOMBRA DE UNA DUDA y LOS PAJAROS.
De lo que no me cabe la menor duda, es que es la más “voyeur”, la más mirona del mirón por excelencia. Porque esta apasionante historia de intriga y tensión basada en una novela corta del especialista Cornell Woolrich, IT HAD TO BE MURDER, es ante todo la recreación de un pequeño universo, de un microcosmos que podría ser el de cualquier lugar, contemplado de manera subjetiva y escrutadora por un individuo. Ante nuestros ojos asistimos a un desfile de personajes en la distancia acercados por un objetivo revelador de sus intimidades cotidianas: el viajante, la señorita corazón solitario, Mrs. torso, la pareja de recién casados…
Un reportero, un sensacional James Stewart, convaleciente e inmovilizado, con la pierna enyesada, espía, fisga a los vecinos de un bloque de apartamentos situado delante de esa ventana indiscreta a la que alude el título. En el fondo, Hitchcock retrata una de las facetas más evidentes pero menos admitidas del ser humano: la curiosidad por el prójimo.
La puesta en escena que gasta vuelve a ser de una tremenda complejidad y elaboración. Unos poderosos planos generales son alternados con otros primerísimos de su protagonista, desde diferentes perspectivas y expresividades. Dotada de una narrativa fascinante, que impide que se despegue ni un solo momento la vista de la pantalla, no deja de ser, igualmente, un combate de posturas y miradas entre un solterón redomado y una elegantísima chica de la alta sociedad.
Cómo no, Grace Kelly lo borda en ese rol en su segunda colaboración con el maestro, tras su debut con la subvalorada CRIMEN PERFECTO y el divertimento que rodaría a continuación en el Montecarlo que acabaría resultando su refugio terrenal, ATRAPA A UN LADRÓN. Curiosamente, las tres películas que rodó con el mago del suspense, fueron seguidas. Y de nuevo sería vestida inmejorablemente por ese referente del vestuario hollywoodiense llamada Edith Head.
El contrapunto humorístico corre a cargo de una, como siempre, descacharrante Thelma Ritter, de nuevo metida en faenas de chacha metijona, cómplice y ocurrente. Esos goterones de comedia y la pugna nupcial entre los protagonistas, constituyen un agradecible momento de alivio en una trama que no baja en un momento el diapasón de un suspense creciente.
Me encanta también esa ambientación veraniega. Ese calor pegajoso que por momentos parece capaz de traspasar la pantalla y provocar sudoraciones. Un antológico ejercicio de suspense personalísimo y de lo más penetrante acerca de la conducta humana.
Asombrosa, hechizante.
José Luis Vázquez