sábado, 14 de junio

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No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas ()

Director: María Ripoll

Intérpretes: Verónica Echegui, Álex García, David Verdaguer, Alba Galocha, Cecilia Freire, Elvira Mínguez, Jordi Sánchez

Sinopsis: Sara es una joven que culpa al karma de su mala suerte, que se encuentra en un momento dufícil luchando porque salga adelante el negocio de plumas que ha abierto, con el divorcio de sus padres, con un novio al que no ha visto en un año y el anuncio de que su hermana se casa con el que el gran amor de Sara cuando iba al instituto.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 1 estrellas

Me la temía pero dado mi prurito profesional sabía que no me podía escapar. Efectivamente, NO CULPES AL KARMA DE LO QUE TE PASA POR GILIPOLLAS, admitan que el titulito de marras se las trae (lo pone tiro), es una completa majadería. Y eso que su directora, María Ripoll (LLUVIA EN LOS ZAPATOS, RASTROS DE SÁNDALO) suele ofrecer productos de un moderado y discreto interés. Pero aquí toca fondo en lo que a su filmografía se refiere.

En vez de apelar a esa comedia autóctona que a veces tantas alegrías artísticas y buenos dividendos  reporta, lo hace por la garbancera de siempre adaptándola a una realidad en el fondo tan landista y ozoriana como la de hace cuarenta años, eso sí, con un toque aparentemente mayor de sofisticación.

Pero los personajes son muy, demasiado bobalicones; las situaciones muy berzas; los actores muy limitados (ni tan siquiera la “natural” Verónica Echegui consigue insuflar de gracia o vidilla a esta), o no suficientemente bien dirigidos en esta ocasión, pues resultan pasados en el trazo caricaturescos y, finalmente, los gags son muy socorridos, recurrentes a los mismos trazos burdos que tantas veces me ha tocado padecer.

Ni por el lado romántico se salva, pues resulta de una “modernez” cargante, ni tampoco por el de comedia, ya que tira de recursos obsoletos y de chistecillos fallidos prácticamente todos, de tres al cuarto.

Desprende naftalina ya desde su inicio y el metraje restante no hace sino ir en su contra. Yo de ustedes me pensaría gastarme los siete euros de rigor, si así deciden hacerlo fiándose de su propio instinto, que es lo que se debe hacer siempre, aprovecharía el Día del Espectador… por si acaso no les acabara convenciendo.

En cualquier caso y por si este crítico se les atraganta con sus criterios, ustedes mismos.

José Luis Vázquez