viernes, 30 de mayo

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Estreno en Royal City

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El contable ()

Director: Gavin O'Connor

Intérpretes: Ben Affleck, Anna Kendrick, J.K. Simmons, Jon Bernthal, John Lithgow, Jeffrey Tambor, Cynthia Addai-Robinson, Fernando Chien, Seth Lee, Michael Beasley, David Anthony Buglione, Jason MacDonald, Ron Prather, Alex Collins, Johnny Giacalone, Nick Arapoglou

Sinopsis: Christian Wolff (Ben Affleck) es un contable y genio matemático, un hombre extremadamente tranquilo, obsesivo con el orden y con mucha más afinidad con los números que con las personas, que lleva una doble vida como asesino despiadado.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

Con algunas películas, habitualmente estadounidenses, me sucede algo que a lo mejor es común con lo que le pueda pasar a otros espectadores y cinéfilos. A veces disfruto con propuestas de las que soy consciente que resultan un tanto disparatadas pero que me entretienen. Es lo que me sucede, moderadamente, con esta producción que ha sido número uno en las taquillas estadounidenses, su país de origen.

Tras una media hora de buen cine, que consigue mantenerme expectante y enganchado, entra en una espiral cada vez más disparatada, inverosímil y absurda. Varias lagunas en su guión no contribuyen precisamente a enmendar el desvarío, pero aún así me resulta divertida, no bostezo, se me pasa el tiempo rápido… y teniendo en cuenta que su metraje es superior a las dos horas, no deja de tener su mérito.

El contable es cuestión es ese actor más bien discreto e inexpresivo llamado Ben Affleck, por otra parte excelente director hasta la fecha, así lo confirman los tres trabajos que conforman su currículum, ADIÓS PEQUEÑA ADIÓS, THE TOWN (CIUDAD DE LADRONES) y el justamente oscarizada ARGO. Me resulta inevitable establecer algún paralelismo entre su personaje y el encarnado por Alain Delon en esa obra maestra y fundamental del polar que es EL SILENCIO DE UN HOMBRE (LE SAMOURAI) del formidable Jean-Pierre Melville. Supongo que Affleck no ha tenido que esforzarse mucho para encarnarlo, pues no tiene que habla mucho ni mostrar –apenas- gestualidad alguna. Tampoco Alain Delon, el protagonista del referente mencionado, era el colmo de excelencia interpretativa pese a unos cuantos destacados papeles que jalonan su filmografía… que más bien habría que poner en el haber de quienes le dirigían.

Sobre él recae el peso de una historia cuya desfachatez no acaba de resultar del todo un lastre irreversible, pero sí repercute en que acabe rebajando su alcance, su entidad, una mayor valía.

Entre los peros que le pongo, uno que también es achacable a LA CHICA DEL TREN, un uso excesivo, monótono, innecesariamente remarcable, de unos flash-backs utilizados con recurrente frecuencia.

Y no sé si había esa intención por parte de sus autores, pero RAIN MAN aparte, tal vez constituya, como algún colega de profesión ha señalado, el mayor “mainstream” hasta el momento sobre el autismo, claro que llevado a un territorio de desproporciones fidedignas mayúsculas, o así lo percibo al menos. Recuerdo en cualquier caso, así a bote pronto, otro dos “thriller” destacables sobre críos con dicho trastorno, MERCURY RISING (AL ROJO VIVO) con Bruce Willis y UN TESTIGO EN SILENCIO con Richard Dreyfuss.

Respecto a sus aciertos, que también tiene unos cuantos, de ahí que en lo referido a su saldo me inicline hacia lo satisfactorio, a concederle el aprobado, se encuentran un apreciable ritmo y unos característicos que, prácticamente, siempre son un valor seguro, en cualquier producción made in USAque se precie de cualquier tiempo o lugar de su territorio. Me refiero a John Lithgow (Brian De Palma siempre supo encauzar muy bien sus excesos), Jeffrey Tambor o J. K. Simmons (el implacable profesor de la estupenda WHIPLASH). Más la sustanciosa aportación de una guapísima Cynthia Addai-Robinson, como la agente de la Agencia Tributaria encargada de investigar al protagonista.

Me gusta también la bonita y contenida historia de amor que se sugiere, que se esboza, entre esa tímida entusiasta del arte y su protector. Anna Kendrick posee un raro encanto, no es una mujer espectacular pero suple una presencia física exuberante con mucho encanto y expresividad, justo lo contrario que su oponente masculino. Sus escenas juntos, más algunas de acción potentes, muy bien resultas, es lo que me más me gusta del conjunto final.

Por momentos, solo por momentos, posee una rara intensidad, culminada en un giro final que le acabe restando puntos a su ya discutible y tambaleante credibilidad.

En general lo paso bien, es un buen pasatiempo… siempre que tengan en cuenta algunas de las cuestiones expuestas.  

José Luis Vázquez