Director: Alejandro Marzoa
Intérpretes: Miguel de Lira, Paco Tous, Manuela Vellés, Unax Ugalde, Manuel Lozano, Marisol Membrillo, Antonio Durán 'Morris'
Sinopsis: Suso y Manuel, dos padres de familia y amigos de toda la vida, cumplidos los cincuenta años, se quedan sin trabajo. Cuando la situación es ya insostenible, se produce un hecho insólito: un día, mientras están pescando, encuentran un paquete con diez kilos de cocaína.
Esta amable, inofensiva e irónica comedia española supone el debut en la dirección del cortometrajista vigués Alejandro Marzoa. Y la verdad, sale respetablemente bien parado del envite.
Producida por buenos olfateadores de talentos como Andreu Buenafuente y José Corbacho, con rodaje en paisajes gallegos, en atractivas localizaciones coruñesas –aunque se podía haber sacado todavía más partido a esto, claro que la película no va de preciosista-, muestra interesantes aspectos de la más acuciante y cotidiana realidad que estamos padeciendo.
Un casi irreconocible Paco Tous (Suso) y Miguel De Lira (Manuel), dos actores que establecen una buena química en pantalla, interpretan a dos parados cincuentones que encuentran diez kilos de cocaína en la playa.
A partir de dicha premisa esta película de personajes va desbrozando una serie de situaciones que pondrán a prueba su honestidad y sus relaciones personales.
Resultan casi inevitables ciertos balbuceos primerizos a la hora de medir ritmo y planos, inclusive asoman levemente algunos tics televisivos, pero es un empeño loable que se salda con un digno resultado.
No esperen ese punto de maestría del que sí hace gala 15 AÑOS Y UN DÍA de Gracia Querejeta, pero dentro de unos registros algo menos ambiciosos –otra virtud, no ser pretenciosa-, logra combinar con acierto en varios de sus tramos cierto tono “saineteramente” patético con otro dramático, sin descuidar el humorístico. Al respecto, es de reseñar la secuencia en la que los protagonistas quieren vender una bolsa de coca a un colocado.
Es un atractivo exponente de un cine periférico resuelto con eficiencia y profesionalidad, que no causa sonrojo, que distrae y que se contempla con simpatía y agrado.
Como triste dato anecdótico, señalar que ha supuesto la última interpretación para la gran pantalla del buen y entrañable actor secundario gallego, coruñés para más señas, Xosé Manuel Oliveira “Pico”, haciendo de suegro de Suso. Había sido Presidente de la Academia Audiovisual Gallega. Sirva esta película como merecido homenaje y despedida. Descanse en paz.
PD: La calificación de 3 estrellas es ligeramente generosa porque entiendan que la vi entre dos estrenos tan infumables como TRANCE y UN DIOS PROHIBIDO.
José Luis Vázquez