lunes, 5 de mayo

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Estreno en Royal City

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El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares ()

Director: Tim Burton

Intérpretes: Eva Green, Asa Butterfield, Samuel L. Jackson, Judi Dench, Ella Purnell, Allison Janney, Rupert Everett, Terence Stamp, Kim Dickens, Chris O'Dowd, Finlay MacMillan, Cameron Greco, O-Lan Jones, Justin Davies, Bomber Hurley-Smith, George Vricos, Andrew Fibkins, Bryson Powers, Jack Fibkins

Sinopsis: Una horrible tragedia familiar deja a Jacob, de 16 años, viajando por la costa de Gales, donde descubre las ruinas del hogar para niños peculiares de Miss Peregrine. Mientras Jacob explora los abandonados cuartos y pasillos, se da cuenta que los niños que allí vivieron (uno de los cuales fue su propio abuelo) eran algo fuera de lo habitual. Pueden haber sido peligrosos. Pueden haber sido puestos en cuarentena en una isla desierta por una buena razón. Y, de algún modo, (imposible, al parecer) pueden estar aún con vida.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

“No hace falta que nos hagas sentir seguros porque nos has hecho sentir valientes y eso es aún mejor” (Ella Purnell)

 

En un momento dado, en los compases más o menos iniciales, el padre del joven protagonista le dice a éste que todos los territorios ya están descubiertos. Pero obvia uno fundamental, indestructible, que nadie, salvo la muerte (y aún ello está por demostrar para algunos que todavía pululamos por este mundo terrestre), nos puede anular: el de la imaginación.

Y esto es lo que vuelve a proponer el mago de Burbank, o sea Tim Burton, ese que jamás se ha ido ni desfallecido por muchas letanías obituarias que suelten mis colegas. Ese al que algunos tildan despectivamente como ilustrador, cuando efectivamente lo es, y de los más grandes jamás surgidos en el Séptimo Arte, pero disintiendo rotundamente sobre esa negación a no considerarle narrador. A mí me parece magnífico igualmente en este terreno (puesto que en el primero parece que no hay discusión), lo que pasa es que despista a los ortodoxos o a los que buscan una caligrafía convencional.

Burton se apoya de manera fundamental en esas pinturas en perpetuo movimiento, coloristas, exuberantes, intransferiblemente personales… Y lo hace sirviéndose de una concepción de lo fantástico que solo le pertenece a él. Mostrándolo en su aspecto más misterioso y reluciente a la vez, en ese sentido de lo maravilloso y asombroso que recorre prácticamente toda su filmografía, hasta la de los títulos más realistas. Y consiguiendo que los efectos especiales no aplasten su espíritu.

De nuevo se muestra fabulador, paródico, cuentista, onírico, fantasioso, hiperbólico, deslumbrante, todo a la vez. Y si algunos pensaban que había bajado el listón con su anterior trabajo, algo que no comparto tampoco, con la tirando a “documentalista” sin dejar de ser sorprendente BIG EYES, con MISS PEREGRINE… vuelve a elevar el diapasón en una mezcla de HARRY POTTER y, sobre todo, de él mismo, de sus inigualables mundos.

También vuelve a mostrar preciosas chicas, estas reales y no de animación, con ojos como botones, grandes. Dos son en este caso los principales motivos de atención. Esa actriz, esa mujer carnal y aquí enlutada, austera, que es Eva Greene, protagonista de dos orgasmos cinematográficos de provocar cortes de digestión, los de SOMBRAS TENEBROSAS y 300: EL ORIGEN DE UN IMPERIO, y la monísima Ella Purnell.

¿Y todo esto para o puesto al servicio de qué? De una deslumbrante, abrumadora en el mejor de los sentidos posibles, bellísima historia de aves protectoras, chicos valerosos, bucles temporales, jóvenes con fabulosos poderes, malvados huecos o bufonescos (qué bien está Samuel L. Jackson), amores aplazados o sencillamente reubicados, actos de valor, humor irónico, nostalgia, evocación, truculencia y mucha, muchísima fantasía como venía a señalar al principio.

Esta vez no le acompaña en esta inmersión a reinos de nunca jamás el habitual y genial compositor Danny Elfman, pues la banda sonora es obra al alimón de Matthew Margeson y Mike Higham, pero tras los títulos de crédito finales me es regalada una canción preciosa, WISH THAT YOU WERE HERE de Florence + The Machine.

Lo que sí me vuelve a arrullar con su propuesta es soñar despierto, compartir emociones y embriagadoras soluciones visuales, inquebrantables adhesiones a quienes no siguen las normas y pasión por quien se muestra diferente con causa.

Es un deleite en toda regla, pleno disfrute. Otra muestra más de ese aserto que ya he convertido en reiterada carta de presentación: “Las tres mejores cosas que le ha pasado al cine en los últimos treinta años –hay muchas más, claro- son Clint Eastwood, Pixar y Tim Burton”. Pues eso, este trabajo no hace sino refrendarlo, reafirmarme en ello.

Lleven a sus hijos al cine, acudan ustedes mismos adultos que no hayan dejado de fantasear, quienes no hayan olvidado al contrario que el padre de Wendy –la “novia” de Peter Pan- los galeones de la infancia, puede que no se sientan decepcionados.

José Luis Vázquez