Director: Leena Yadav
Intérpretes: Adil Hussain, Radhika Apte, Surveen Chawla, Tannishtha Chatterjee, Sayani Gupta, Sumeet Vyas, Mahesh Balraj, Lehar Khan, Chandan Anand, Riddhi Sen, Farrukh Jaffar, Tanya Sachdeva
Sinopsis: En un pequeño pueblo del estado de Gujarat, en la India actual, cuatro mujeres se atreven a oponerse a los hombres y a las tradiciones ancestrales que las esclavizan. Alentadas por su amistad entre ellas y su deseo de libertad, se enfrentan a sus demonios y sueñan con el amor y otro mundo.
Su título ya de partida resulta sugestivo, su visionado no hace sino confirmar que se encuentra a idéntica altura. Sugestiva… y notable, añado.
Trata sobre la deplorable situación de la mujer en áreas rurales de uno de los países más machistas del mundo, aunque en este apartado desgraciadamente la competencia es considerable a lo largo y ancho del globo terráqueo, incluyendo países aparentemente civilizados (ahí está el caso de México, por ejemplo). Al que me refiero es a la “exótica” India de tradiciones al respecto todavía ancestralmente salvajes. Por tanto, el discurso y la denuncia contenidas venden ya bien de partida, lo cual suponga tal vez un plus para muchos/as, y proclamo esto sin atisbo alguno de ironía, pues el asunto es muy grave.
La cineasta india Leena Yadav, en el que constituye su tercer largometraje, consigue, al igual que había logrado hace no tanto su compatriota Mira Nair, combinar costumbrismo, folklore, entretenimiento y crítica sin pelo alguno en la lengua, mejor dicho en la cámara. Hasta el punto de que tampoco se corta a la hora de mostrar algún que otro desnudo femenino (inclusive se permite algunos tímidos apuntes lésbicos), algo parece casi que olvidado, o vedado, en el colorista cine de Bollywood más escapista, ese que debe conformar el noventa por ciento de la vasta producción cinematográfica del país.
Alguna canción o bailable, algún numerito musical vamos, tal vez pudiera parecer recordarlo, pero nada más lejos de su verdadera intención, ya que la dimensión aquí conferida es más bien otra, denunciadora, dramática, alejada por tanto de los cánones de irrealidad y alegría que suele mostrar.
Lo ofrecido es un retrato de mujeres, a cuatro bandas, lo que viene a incidir en esa corriente o tendencia feminista en el sentido más noble del término, tan habitual en las pantallas en los últimos tiempos, que aborda la lucha por la libertad de pensamiento y obra de estas verdaderas –y tantas veces anónimas- heroínas cotidianas, que se ven obligadas a pelear por sus más que legítimos derechos en las circunstancias más adversas, eso sí, desde una actitud vitalista, positiva, entusiasta y ensoñadora.
Destacar la fuerza y aplomo de sus actrices, en especial de las más veteranas, Surveen Chawla (la viuda) y Tannishtha Chatterjee (y la de vida “alegre”).
Tal vez el final elegido no sea el más apropiado, resulte facilón, convencional, acomodaticio, conservador, pero por otro lado tampoco me parece tan grave, pues algún desquite tendría que tener la ficción respecto a la realidad reinante.
Es, indistintamente, dura, triste, alegre, indignante, optimista, deprimente, esperanzadora. Encontrarle cierta similitud de fondo con la extraordinaria y reciente MUSTANG no creo que sea un comentario descabellado.
José Luis Vázquez