viernes, 18 de julio
viernes, 18 de julio
Director: Chris Renaud y Yarrow Cheney
Intérpretes: Animación
Sinopsis: En un edificio de apartamentos de Manhattan, la vida de Max como mascota favorita corre peligro cuando su dueña trae a casa a un otro perro llamado Duke, con quien Max pronto tiene sus diferencias. Pero ambas mascotas tienen que dejar atrás su rivalidad cuando se enteran de que un adorable conejito blanco llamado Snowball esta reclutando a un ejército de animales domésticos que han sido abandonados, decididos a vengarse de todos los animales domésticos felices y de sus dueños.
Es el último trabajo de uno de los creadores del valioso díptico GRU, MI VILLANO FAVORITO y de esa feliz y divertida consecuencia/fiebre amarilla llamada MINIONS, Chris Renaud, aquí en colaboración con Yarrow Cheney.
No participo del fervor de tantos espectadores, niños la mayoría, algo entendible, y de algunos compañeros de tareas escribanas, pues arranca muy bien pero va paulatinamente desinflándose, inclusive me resulta sosa en algunos momentos. Además, sus personajes comparsas están desaprovechados.
Parte de una idea ocurrente, como es la de situar como protagonistas a los susodichos animalitos de compañía de los vecinos de un edificio de Manhattan, incluyendo a algunos colegas callejeros, pero ese punto de partida no está todo lo suficientemente desarrollado y aprovechado como debiera. La anécdota se alarga sin demasiadas ramificaciones o sin una narrativa deslumbrante. Por supuesto, el apartado técnico, algo que ya es costumbre en el género, sobre todo “made in USA”, resulta irreprochable.
Ni por lo más remoto posee la desbordante imaginación de la que hacen gala las fabulosas producciones Pixar, hasta las más irrelevantes, pero contiene, en dosis moderadas, el espíritu de los enloquecidos cartoons Warner, manifestado en alguna frenética persecución en la que se ven envueltos los dos chuchos protagonistas. Demasiado estirada, por otra parte.
En cualquier caso no pretendo ser aguafiestas alguno y la recomendaré sin aspavientos a los más menudos, en cuanto a los mayores no me atrevería a tanto, aunque puede que una mayoría la contemple con agrado.
Lo que está claro es que Illumination Entertainment, filial de la Fox en este apartado animado, está teniendo ojo comercial en los últimos tiempos y obteniendo buenos dividendos con las creaciones que está sacando al mercado. Daba gusto el miércoles Día del Espectador, comprobar cómo las dos salas que la albergaban en el Complejo de Ocio Las Vías, agotaban las entradas para todas sus sesiones.
Ruidos y nueces se equilibran esta vez. Formularia pero efectiva. Eso sí, me gusta mucho su luminosidad y las vistas digitalizadas de diversos rincones neoyorquinos.
José Luis Vázquez
