Director: Rawson Marshall Thurber
Intérpretes: Dwayne "The Rock" Johnson, Kevin Hart, Amy Ryan, Danielle Nicolet, Aaron Paul, Jason Bateman, Ryan Hansen, Tim Griffin, Timothy John Smith, Sione Kelepi, Dylan Boyack, Thomas Kretschmann, Megan Park, Slaine, Annie Kerins, Melissa McCarthy
Sinopsis: Un letal agente del la CIA (Johnson), víctima de acoso escolar en su adolescencia, vuelve a casa para asistir a una reunión de antiguos alumnos. Con la excusa de estar trabajando en un caso secreto, consigue la ayuda del chico popular en los años de Instituto (Hart), que ahora es un aburrido contable y vive añorando sus años de gloria. Para cuando el pobre oficinista se da cuenta del embrollo en el que se está metiendo, es demasiado tarde para desentenderse y su nuevo amigo, con maniobras cada vez más impredecibles, le arrastra a un mundo de tiroteos, traiciones y espionaje que les obligará a jugarse el cuello en incontables ocasiones.
Han transcurrido un par de horas desde finalizada su proyección y, prácticamente, no consigo recordar un solo gag que me haya dejado mínima huella. Son ingentes las toneladas de comedia del Hollywood actual que, me temo, en cuanto pasen veinte años quedarán relegados al más absoluto de los olvidos. Todo lo contrario respecto a tan ingentes exponentes de la edad de oro del género, período que comprende desde 1930 hasta 1960, inclusive la primera mitad de los 70.
Contemplo este enésimo vehículo para lucimiento –chungo- de sus estrellas, en este caso el imponente ex luchador libre Dwayne Johnson y Kevin Hart, y tengo la sensación en –casi- todo momento de asistir más a un show que lo que entiendo por cine. Supongo que es el signo de los tiempos, la parafernalia, la aparatosidad sin tregua ni descanso por encima de cualquier propuesta de relevancia o de eficaz comicidad (algo saldado con la mejor nota por la reciente DOS BUENOS TIPOS), no digamos ya originalidad de cualquier tipo… o brillantez. Por supuesto, acepto la previsibilidad a cambio de que me mantengan pendiente en la butaca.
Lo propuesto se reduce a una intriga inane, rutinaria; una historia cien mil veces vista; unas interpretaciones acomodaticias, demasiado sobadas; unas escenas de acción semi paródicas; algún chiste zafio y otros más irrelevantes y un ritmo atropellado.
A cambio, ofrece alguna buena intención en su discurso anti-bullyng y cierta inhabitual ternura al hablar de cómo el paso del tiempo repercute en cualquiera de nosotros.
Poco más da de sí. Ni mucho menos es de las más repelentes del género, pero no acaba de superar un estadio elemental y sin mayor relevancia. Quienes sean afectos a sus dos “estrellas” puede que se muestren un poco más indulgentes y hasta resultarles distraidilla.
José Luis Vázquez