Director: Alex Proyas
Intérpretes: Gerard Butler, Nikolaj Coster-Waldau, Geoffrey Rush, Brenton Thwaites, Courtney Eaton, Chadwick Boseman, Elodie Yung, Bruce Spence, Bryan Brown, Emma Booth, Rachael Blake, Robyn Nevin, Goran D. Kleut, Abbey Lee, Paula Arundell
Sinopsis: La supervivencia de la humanidad pende de un hilo al tiempo que un inesperado héroe mortal llamado Bek emprende un viaje para salvar el mundo y rescatar a su verdadero amor. Para tener éxito, deberá contar con la ayuda del poderoso Dios, Horus, formando una improbable alianza contra Set, el despiadado Dios de la oscuridad que ha usurpado el trono de Egipto, sumiendo al en su día próspero y pacífico imperio en el caos. Mientras su batalla contra Set y sus secuaces les lleva al Más Allá a través de los cielos, el Dios y el mortal deberán pasar pruebas de valentía y sacrificio si quieren tener esperanzas de prevalecer cuando llegue la confrontación final.
Qué pereza tener que hablar de ese disparatado carnaval kitsch y tecnológico que es DIOSES DE EGIPTO (GODS OF EGYPT): Creo que ya doy suficiente tabarra con mi verborrea, extensiva al papel digital, como permitirme tomar un respiro y mostrarme por una vez más lacónico ¿Merece de verdad la pena extenderme con esto? La respuesta es fácil… ¡no!
Parece mentira que el brillante firmante de las estupendas DARK CITY, SEÑALES DEL FUTURO y YO ROBOT, Alex Proyas, haya dirigido algo tan inaguantable, inconsistente y –pese al aparente despliegue- tan perezosamente imaginativo. Me resulta pesadísima y encallada prácticamente desde su inicio. Uno de los mejores, también de los menos prolíficos, especialistas del cine fantástico en la actualidad, tan solo me resulta reconocible por algún fugaz plano ambientado en el más allá del Antiguo Egipto, como aquellos que recogen esa partida hacia la eternidad o la definitiva extinción, vía Puerta de las Dos Verdades.
El retraso que iba sufriendo su estreno no auguraba nada nuevo, como así ha confirmado. Justo al contrario que EL LIBRO DE LA SELVA, constituye el ejemplo en negativo de cómo desperdiciar, de manera mareante, pésima y empachosa, los efectos digitales. A su lado, LA MOMIA y secuela parecen un dechado respecto a la utilización de los mismos (aunque también cayeran en más de un exceso absurdamente pantagruélico), de ritmo, coherencia y cierta gracia narrativa.
Lo único salvable, la banda sonora de Marco Beltrami, que no le sienta nada mal a esta épica mitológica.
Bien podría acabar resultando el “blockbuster” fallido de este verano o, a falta de que se vaya estrenando todo lo previsto, uno de sus “bluff” más destacables. Por tanto tendré que esperar hasta el final del estío para manifestarme tan rotundo. Por de pronto, me supone toda una pérdida de tiempo y muy muy plasta.
José Luis Vázquez