Director: Ric Roman Waugh
Intérpretes: Dwayne "The Rock" Johnson, Jon Bernthal, Susan Sarandon, Nadine Velazquez, Harold Perrineau, Michael Kenneth Williams, JD Pardo, Barry Pepper, Benjamin Bratt, Kym Jackson
Sinopsis: Un padre (Johnson) recibe un duro golpe cuando condenan a su hijo adolescente a una pena de treinta años de cárcel por un delito relacionado con el narcotráfico. Para conseguir que reduzcan su condena, intenta ponerse en contacto con un importante traficante.
Es toda una extensa y cinéfila vida viendo muchas películas del corte del que muestra EL MENSAJERO (SNITCH), de idéntico título al de aquella primorosa obra romántica de Joseph Losey de 1970. Nada nuevo bajo el sol o de especial intensidad descubro en la misma.
Pero supongo que su protagonista, Dwayne “The Rock” Johnson, en cartel también con la rompetaquillas A TODO GAS 6, ha pretendido, al protagonizarla y producirla, darle un giro a su trayectoria y llevar a cabo una relativa operación de prestigio. Demostrarnos que es más que músculos y testosterona, que también tiene cualidades interpretativas. Me temo que por ahora esto constituye un vano intento. En cambio Vin Diesel no salió malparado de su intervención en la estupenda ¡DECLARADME CULPABLE! de Sidney Lumet.
Y no es poco que haya conseguido la participación de una de las mejores actrices del cine norteamericano de los últimos 40 años, Susan Sarandon, de lo más prolífica este año (en menos de un mes ha estrenado 3 títulos: LA GRAN BODA, UN AMIGO PARA FRANK y éste), que encarna con la misma convicción, firmeza y empaque de siempre al personaje que le toca lidiar, en esta ocasión una fiscal ambiciosa y sin escrúpulos con vocación política.
Basada supuestamente en hechos reales, su trama se centra en los denodados y extralimitados esfuerzos de un padre para poder sacar de prisión a su hijo, llegado hasta allí en base a la trampa tendida por un amigo en situación delicada por las drogas.
Es obvia, y merecedora de mejor suerte, la intención de sus guionistas por denunciar algunos aspectos y entresijos perversos del sistema de justicia norteamericano en lo referido a estas cuestiones.
Supone el quinto largometraje de Ric Roman Waugh (el anterior fue LA SOMBRA DEL CRIMEN, que ha ejercido de especialista en películas de Spielberg o el malogrado Tony Scott (y en decenas de títulos más, como EL ÚLTIMO MOHICANO, EL CUERVO o 60 SEGUNDOS), después de aprender el oficio con su padre. Por lo cual ya podrán deducir que en este apartado la película presenta unas respetables credenciales. En concreto, una espectacular secuencia con Johnson conduciendo un camión de enorme tonelaje mientras le persiguen varios sicarios motorizados por una autopista.
No contiene ningún gesto, guiño o dato de especial relevancia, tan sólo muestra una mecánica en su acción desplegada con cierta solvencia y aptitud. No mucho más van a encontrar en una producción tan perfectamente visible como olvidable una vez finalizada su proyección.
José Luis Vázquez