Director: Antoine Fuqua
Intérpretes: Gerard Butler, Aaron Eckhart, Morgan Freeman, Dylan McDermott, Ashley Judd, Radha Mitchell, Melissa Leo, Cole Hauser, Angela Bassett, Han Soto, Robert Forster, Rick Yune, Arden Cho, Sean O'Bryan, Tory Kittles, Jason Yee, Amber Dawn Landrum
Sinopsis: Tras un accidente de coche en el que sólo consigue salvar la vida del Presidente Asher (Aaron Eckhart), Mike Banning (Gerard Butler), un agente del Servicio Secreto, decide dejar su puesto para trabajar en el Departamento del Tesoro. Pero, cuando un comando coreano liderado por Kang (Rick Yune) ataca la Casa Blanca y toma como rehenes al Presidente y a su equipo, Banning se verá obligado a entrar de nuevo en acción
Aquellos de ustedes que sean amantes del buen y competente cine de acción norteamericano, pero que no reparen o no retengan en exceso el nombre de los directores que lo fabrican, hagan una excepción –aparte los grandes maestros, Eastwood o Scorsese, claro- y apunten uno, el del afroamericano Antoine Fuqua, responsable de la divertida y “disparatada” OBJETIVO: LA CASA BLANCA (OLYMPUS HAS FALLEN). Menuda filmografía tiene este hombre, no muy extensa pero oro fino: TRAINING DAY (Oscar para Denzel Washington), EL REY ARTURO, SHOOTER, LÁGRIMAS DEL SOL o LOS AMOS DE BROOKLYN.
Conste que el entrecomillado a lo de disparatado tiene su explicación. ¿Recuerdan ESTADO DE SITIO o la entusiasta marcianada INDEPENDENCE DAY? Justo poco tiempo después sobrevinieron los atentados del 11 de Septiembre. Reciente está el episodio de Boston, o en otro ámbito, el de esas tres jóvenes estadounidenses retenidas durante más de 10 años por parte de un degenerado. Quiero decir con ello que hemos llegado a un punto en que todo es posible. Y las ficciones de este tipo podrían llegar a entremezclarse con la realidad ¿por qué no, visto lo visto… y me temo que lo que te rondaré morena? Todo es posible en este mundo… y en Estados Unidos, más.
Se hace pues recomendable encarar el argumento sobre este comando norcoreano que asalta y destruye la Casa Blanca, desde una actitud receptiva y dentro de registros de cine tebeístico.
Y voy a serles sincero, si esta película ha servido para provocarle alguna molestia o enfado al macaco dictadorzuelo que gobierna Corea del Norte, ya daría por bien empleada la existencia de esta producción.
Como sigo sin deber engañarles, he de confesar igualmente que me entretiene mucho. Fuqua maneja muy bien a los de las segundas unidades, los efectos, las explosiones y los resortes del género. Despliega mano firme, pulso narrativo, acertada planificación, intensidad y buen ritmo.
Pasa como un soplido y no deja de ser un cine “palomitero” (sería uno de sus pocos inconvenientes, tener que verla al lado de un algún deglutidor de las mismas) que me hace desconectar de los asuntos del día a día. Insisto, siempre que les gusten este tipo de propuestas.
El fornido escocés Gerard Butler, el espartano Leónidas de 300, vuelve a pasear su imponente presencia por jardines y pasadizos en este caso de la White House. Un par de tipos como él y el mundo estaría a salvo. Ah bueno, Morgan Freeman, en los pocos planos que aparece, roba plano a quien se le ponga enfrente.
Carece de grandes pretensiones, pero destila el mejor espíritu de la serie B pese a no ser un proyecto precisamente barato. No encierra grandes sorpresas, pero muestra indudable destreza profesional. Otra prueba de que Fuqua nunca defrauda moviéndose en su más que trillado territorio.
José Luis Vázquez