Director: Travis Cluff y Chris Lofing
Intérpretes: Cassidy Gifford, Pfeifer Brown, Ryan Shoos, Reese Mishler, Alexis Schneider, Donna Robinson, Price T. Morgan, Mackie Burt
Sinopsis: Veinte años después de un accidente en el que falleció el protagonista de una obra de teatro de instituto, unos pocos estudiantes de este centro situado en un pequeño pueblo deciden resucitar la fallida producción teatral con la intención de rendir un homenaje en el aniversario de la tragedia...
Cuánto daño ha hecho EL PROYECTO DE LA BRUJA DE BLAIR, propuesta en sí misma –por ser piadoso- inapetente para el que esto escribe, al cine de terror actual. Salvo la primera PARANORMAL ACTIVITY (sus secuelas son puro y mendaz mercantilismo), MONSTRUOSO y algún otro título que se escapa ahora a mi memoria cada vez más frágil por el paso del tiempo, me suelen agotar este tipo de películas cámara en mano y de punto de vista subjetivo. LA HORCA no es tampoco una excepción, más bien lo contrario, profundiza en la llaga… o en la cuerda en este caso.
Todo lo que es presentado ha sido visto mil veces, de mil maneras, con mil muertes a cuál más sanguinolenta, siendo causante de la pérdida de valioso minutos de mi vida, provocador de mi más absoluto hartazgo.
Otra vez me toca asistir horrorizado (en su acepción más peyorativa) a las temeridades de adolescentes majaderos, en los que no se detecta una especial actividad de sus cerebros y condenados desde el principio al machaqueo de sus órganos vitales… o a fantasmones vengativos y coñazos llegados desde el más allá o de dónde diantres procedan, que en estos casos me suele importar más bien un bledo.
Sustos previsibles hasta la náusea puestos al servicio de un supuesto impacto circunstancial, que no dejan ni un rastro ni una sola huella desde el mismo momento de su contemplación, ya ni cuento finalizada su proyección.
Leo que esto procede de un célebre juego con el que no es que esté familiarizado, sino que desconozco este mundo audio visual que nunca me ha atraído lo más mínimo… dicho con todo el respeto para todo el orbe mundial. Dónde se ponga un buen libro de papel o una peli en la gran pantalla o con su correspondiente estuche que se quite cualquier otra diversión, salvo las chicas y con matices.
Creo sinceramente –como he afirmado en más de una ocasión- que en estos casos hasta me tendré que plantear muy seriamente escribir críticas sobre estos engendros. Y conste que soy consciente que a alguno hará feliz esta película… y hasta puede ser una buena persona. Mi respeto a gustos ajenos de esta índole, pero en modo alguno mi bendición.
A huir. Y la verdad, creo que ya ni a los afectos al género atraen este tipo de apuestas, pues la soledad en la que me encontraba en la sala el día de su estreno, así lo atestigua. La sobresaturación parece también haber llegado a este sub cine. Otra cuestión son futuros desembarcos como REGRESIÓN de Amenábar… aunque quien sabe, igual luego defrauda, pero en principio su premisa y planteamiento resultan de lo más atractivos, por no hablar de la esperadísima e inminente –en octubre- última propuesta del genial Guillermo del Toro, éste sí un renovador y rutilante renovador en toda regla del género, LA CUMBRE ESCARLATA.
Y bueno si me ponen contra las cuerdas estoy dispuesto a reconocerle una cualidad, su brevedad, 80 minutos. Ni eso alivia.
José Luis Vázquez