viernes, 25 de abril

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Estreno en Royal City

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Director: Howard Hawks

Intérpretes: Rock Hudson, Paula Prentiss, Maria Perschy, John McGiver, Charlene Holt, Roscoe Karns, Regis Toomey, Norman Alden

Sinopsis: Roger Willoughby, un famoso experto en pesca, acaba de escribir un libro que se ha convertido en un best seller. Sin embargo, Roger nunca ha pescado nada. Su jefe acepta la idea de Abigail, la directora publicitaria, de inscribirle en un concurso de pesca.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

“Remake” completamente libre, fiel tan solo en lo más importante, en el espíritu (aunque hay una memorable secuencia que sí constituye casi una reconstrucción literal a propósito del desprendimiento de una estratégica prenda femenina), de esa monumental comedia norteamericana que es y será siempre LA FIERA DE MI NIÑA, perpetrada por el mismo director, Howard “Winchester” Hawks, uno de los grandes del Séptimo Arte. Un innato narrador y un profesional ejemplar capaz de extraer siempre o mostrar humor hasta del mayor de los dramas. Recuerden si no ese momento en que Cary Grant se arranca a interpretar El Manisero tras el trágico accidente de aviación de un compañero en SÓLO LOS ÁNGELES TIENEN ALAS.

Pero este es un ejemplo puro y relativamente tardío del género sobre una manera de encararlo que comenzaba a estar en desuso. Y ello me lleva a hacer una reflexión de lo más elemental y obvia. La de que siempre me parecerá triste que la elegancia, el ingenio, el humor elaborado, alejado de cualquier asomo de vulgaridad puedan sufrir bajonazos, aunque sirva  como consuelo y a esta prueba me remito, que pese a ausencias temporales de estas virtudes en la gran pantalla (fíjense como está la cosa en este 2015), consuela saber que lo que es tan estupendo como esto siempre permanecerá o volverá a aflorar.

El hecho de haberle añadido el color, propio ya de la fecha de su producción –mediados de la década de los 60- es uno de sus numerosos incentivos, así como la sofisticada y siempre distinguida banda sonora del grandísimo Henry Mancini en la que vuelve a tirar de saxo y piano, o la brillante –en su doble acepción- fotografía de contrastados tonos naturales del gran Russell Harlan.

La “guerra” de los sexos vuelve a constituir el detonante de su argumento y a mostrarse en su punto más álgido, pero a base de mucha guasa, ritmo e ingenio. La arrasadora –nada que envidiar a la rica heredera Susan Vance/Hepburn- Paula Prentiss es Abigail Page, una publicista causa problemas que sospecho para mis adentros, enfila y repara desde el principio en el bueno y sobrepasado Roger Willoughby (un formidable actor Rock Hudson, siempre merecedor de reivindicación), hasta que consigue echarle el definitivo anzuelo… nunca mejor dicho, al estar ambientado el asunto en el mundillo de los pescadores fluviales.

Entre ese imán que parece poseer para atraer líos y complicaciones de todo tipo y la falsa maña de Hudson en la que aparentemente debería ser su especialidad, la película es una continua sucesión de “gags”, algunos divertidísimos y que constituyen genuino “slapstick”, otros muchos como mínimo risueños, pero siempre garantistas de una sonrisa en los labios. Se trata de volver a recrear las mejores esencias de la “screwball comedy”, esa divina y enloquecida variante de la comedia de los años 30, actualizándolas treinta años después.

A propósito de ese tono, no tiene desperdicio la contribución de los actores secundarios. La aparición del espléndido característico Norman Alden como el falso jefe indio John Screaming Eagle. Ni la de actrices tan sumamente estimulantes en todos los sentidos como la muy jovencita Charlene Holt (repetiría con el maestro solo dos años después en la fundamental EL DORADO) o la austríaca de origen y que acabaría recalando en nuestra cinematografía María Perschy, como amiga de Prentiss.

Imprescindible, provoca carcajadas y buen rollo, un pasatiempo de lo más recomendable que, vuelve a hacernos cavilar como quien no quiere la cosas sobre las relaciones sentimentales entre hombre-mujer. Y que resulta de lo más efectiva como anti depresivo, al igual que su antecesora.

Su título original, MAN´S FAVORITE SPORT, debería haber sido más bien traducido como SU DEPORTE FAVORITO… juzguen ustedes cuál es en realidad el mismo. Preciosos sus exteriores bucólicamente campestres de los alrededores de San Francisco.

 

José Luis Vázquez