sábado, 26 de abril

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Estreno en Royal City

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Felices 140 ()

Director: Gracia Querejeta

Intérpretes: Maribel Verdú, Antonio De La Torre, Eduard Fernández, Nora Navas, Marian Álvarez, Alex O'Dogherty, Ginés García Millán, Paula Cancio, Marcos Ruiz

Sinopsis: Elia cumple 40 años y, para celebrarlo, reúne en una lujosa casa rural a amigos y familiares. Tiene que decirles algo muy importante: es la ganadora del bote de 140 millones que el Euromillón sorteaba esa semana. A partir de ese momento, el ambiente empieza a enrarecerse y lo que, al principio, parecía alegría compartida da paso enseguida a toda clase de argucias para intentar quedarse con el dinero de la afortunada.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

Salgo de la proyección un tanto decepcionado, también es cierto que no la he visionado suficientemente descansado, pero cuando al día siguiente me tengo que ponerme a escribir su crítica gana un pelín en el recuerdo.

Y es que su directora, Gracia Querejeta, es de las profesionales más fiables con los que cuenta la industria española. Nunca me ha defraudado completamente con ninguno de sus siete largometrajes; es más, varias han sido las veces que me ha generado una completa satisfacción, sobre todo con HÉCTOR y CUANDO VUELVAS A MI LADO, sus grandes hitos, así como con los notables EL ÚLTIMO VIAJE DE ROBERT RYLANDS, SIETE MESAS DE BILLAR FRANCÉS, 15 AÑOS Y UN DÍA y el que supusiera su debut, UNA ESTACIÓN DE PASO, premio Especial del Jurado en la SEMINCI. Casi todos ellos reconocidos con justos y numerosos reconocimientos y galardones en diversos festivales, aunque este dato, no tiene porqué ser demasiado orientativo o esclarecedor… aunque sí valga como reconocimiento  por parte de colegas y público.

Este séptimo largometraje, el que menos me ha impactado hasta ahora de su trayectoria, vuelve a mostrar algo innato en su cine, una siempre agradecible solidez. Además, en este caso, haciendo de la necesidad virtud, es decir, es una película que no creo haya tenido un elevado presupuesto precisamente. Pero que le sirve a Querejeta para, inicialmente, ofrecernos uno de esos retratos encerrados en cuatro o cinco paredes de reencuentros de amigos, tan queridos por el cine anglosajón o francés. Recuerden, por ejemplo, LOS AMIGOS DE PETER, REENCUENTRO o PEQUEÑAS MENTIRAS SIN IMPORTANCIA.

Lo que la distingue para peor respecto a esos antecedentes es la atonía de las presentaciones y situaciones, ese ritmo poco vivaz que gasta. Para bien, ese giro, propio de unas latitudes como éstas, que oscila entre registros negros y sardónicos (o pantagruélicos), o una fusión de ambos. Y con los que la tragicomedia acaba alcanzando cierta personalidad y su razón de ser, pese a un desenlace sosainas y una evidente indefinición tonal.

A su favor, cuenta con un grupo de actores que aunque no lleven a cabo el papel de sus vidas, son garantía de buen hacer y profesionalidad. Desde el malagueño Antonio de la Torre hasta los catalanes Eduard Fernández y Nora Navas (PAN NEGRO), pasando por la premiada no hace mucho con un incuestionable Goya Marian Alvarez (¡con qué talento pasa del drama a la comedia, o viceversa!) y, encabezándolos a todos, la actriz fetiche –es su tercer trabajo juntas, tras SIETE MESAS DE BILLAR FRANCÉS y 15 AÑOS Y UN DÍA- de la directora, la dominadora de escenas comprometidas Maribel Verdú. Cierta teatralidad y artificio de la puesta en escena a veces impiden un desarrollo más redondo de sus actuaciones.

El asunto principal por el que se desenvuelven estos actores y actrices es el de algunas de las facetas más desagradables de la condición humana, desde la mentira o el egoísmo hasta la codicia. El problema es que en lo tocante a ello no aporta ninguna luz especial, se vuelve a cuestiones proclamadas otras veces de manera más brillante. Pero si hurgan en sus pliegues, si observan detenidamente a sus criaturas, podrán advertir algún que otro sabroso apunte sobre la crisis sin necesidad de subrayados.

Aunque desconecto en algún momento y me provoca a veces desangelo, valoro esfuerzos y méritos profesionales. Pero sin arrebatos, eh. Y a quien no haya visto su punible tráiler, puede que algún cambio de tercio llegue a sorprenderle, pese a no haber apurado todas las posibilidades que podría haber ofrecido  sobre guión.

 

José Luis Vázquez