Director: Nacho G. Velilla
Intérpretes: Blanca Suárez, Julián López, Yon González, José Sacristán, Miki Esparbé, Úrsula Corberó, Malena Alterio, Javier Cámara, Carmen Machi, Alberto Chicote, Arturo Valls
Sinopsis: Hugo y Braulio, dos jóvenes con formación universitaria, hartos de no encontrar ni trabajo ni futuro en España, deciden emigrar a Alemania siguiendo los cantos de sirena de un programa de televisión tipo "Españoles por el mundo". Pero pronto descubrirán que sobrar en un sitio no significa ser necesario en otro y que perseguir el sueño alemán puede tener mucho de pesadilla.
Es tan obvia, elemental, vulgar, tan de subrayados PERDIENDO EL NORTE que no me extraña que uno de sus momentos apoteósicos lo constituya la expulsión de una flatulencia. Así como suena, con reverberación si quieren. Lamentable a estas alturas de la historia.
No tengo el gusto de conocer esas dos series españolas tan exitosas como AÍDA y 7 VIDAS, no dudo de la opinión de algunos amigos que me hablan de sus excelencias, pero está claro que su creador, el zaragozano Nacho G. Velilla, en este su cuarto largo para la gran pantalla, la pifia de mucho cuidado.
Ha firmado también para la gran pantalla FUERA DE CARTA, QUE SE MUERAN LOS FEOS y NO LO LLAMES AMOR… LLÁMALO X, en este caso avales por mí conocido pero para nada legitimadores de nada. Eso sí, siendo dos exponentes del género comediante, casi son preferibles a este retroceso.
Que para mostrar la terrible situación que padecen tantos jóvenes universitarios españoles en la actualidad recurra a la comedia, me parece perfecto, pero a cambio de que lo parido muestra un mínimo de gracia, imaginación, chispa o ritmo. Nada dista del humor “garbancero” del espejo en el que parece se ha retratado, uno de los “hits” del “landismo”, VENTE A ALEMANIA PEPE que, francamente, ninguna huella ha dejado en mí, salvo la meramente coyuntural y ni tan siquiera, pues al cine voy a otra cosa. Por supuesto tengo en cuenta que últimamente hay cierta tendencia a reivindicar estos exponentes hispanos. En mi caso lo hago con todo Berlanga, todo Neville, HISTORIAS DE LA RADIO, LA GRAN FAMILIA, LA NIÑA DE LUTO o ATRACO A LAS TRES, pero con la tendencia adquirida en los años 70, rara vez me identifico.
La comparativa no es gratuita, tal como han señalado numerosos colegas. Hasta nos volvemos a encontrar a un José Sacristán por el que ha pasado el tiempo y la memoria. El que fuera exponente de aquella primera generación de emigrantes, es aquí un rescoldo del pasado que amplifica aún más el carácter “ilustrado” de esta nueva avalancha de españoles que recalan en Alemania.
A partir de ahí, se acaba imponiendo el chiste facilón y de barra, el tópico más chirriante, la frase hecha, el humor básico y de albondiguilla, el brochazo más superficial. Nada me sorprende, nada me engancha, nada me divierte o me emociona. Me genera una fatiga y un cansancio infinitos su acumulación de gags fallidos, las muecas estériles o agotadoras de Julián López, la apariencia de maniquí de Yon González. Tan solo cierta prestancia de Blanca Suárez me alivia… y ni tan siquiera.
Todo el elenco más o menos joven está contaminado por la falta de “timing”, de verdadera gracia, de sentido del ritmo, eso que sí posee la única revelación que verdaderamente me ha sorprendido en el cine español más reciente, el muy eficaz Dani Rovira. Ni tan siquiera salvo el oficio de Sacristán o Javier Cámara.
Me parece bastante lamentable desde el respeto que me puedan merecer quienes la han concebido o cualquiera que se arriesga en intentar montar una película.
A quien corresponda.
José Luis Vázquez