viernes, 19 de abril
viernes, 19 de abril
Director: Richard Donner
Intérpretes: Sean Astin, Corey Feldman, Josh Brolin, Martha Plimpton, Joe Pantoliano, Jeff Cohen, Jonathan Ke Quan, Kerri Green, Anne Ramsey, John Matuszak, Robert Davi, Lupe Ontiveros, Steve Antin
Sinopsis: Mikey es un muchacho de trece años que, junto con su hermano mayor y sus amigos (se hacen llamar "Los Goonies"), deciden subir a jugar al desván de su casa, donde su padre guarda antigüedades. Allí encuentran el mapa de un tesoro perdido que data de los tiempos de los piratas...
Señoras y señores, jovencitas y jovencitos del nuevo milenio, palabras mayores, me toca hablar de los inagotables, perseverantes y formidables Goonies. Me encuentro, junto con E. T. EL EXTRATERRESTE, ante mi película de temática juvenil favorita de “entretiempos”, es decir de esa instalación en una juventud todavía un tanto sanamente infantilona e ingenua.
Toda una conmoción me resultó vista en su momento y todas las varias veces revisadas posteriormente. La traslación libérrima y a lo grande, en el mejor estilo “spielbergiano”, aunque la dirigiera con enorme tino el impecable “artesano” Richard Donner (LA PROFECÍA, SUPERMAN, LADY HALCÓN), de esas primeras y apasionantes lecturas juveniles de LOS CINCO, de la imprescindible LA ISLA DEL TESORO de Robert Louis Stevenson o de múltiples ficciones de corte parecido.
Un espectáculo generoso en medios, pero, sobre todo, en encanto, inventiva, diseño artístico y arrasadora simpatía. No puedo evitar que cada vez que la contemplo, y a lo mejor con ello me muestro demasiado personal (por otra parte, como debe ser), me invada una feliz y reconfortante melancolía con esas imágenes de tardes plomizas, de maquinaciones adolescentes, en las que unos avispados, vivos e intrépidos críos -la pandilla que tantos hubiéramos querido tener- sueñan con descubrir tesoros y vivir las más intrépidas aventuras.
Están tan sumamente bien dirigidos, son tan salados y demuestran tanta desenvoltura esa tropa de variopintos chavales que es difícil no dejarse atrapar por ese carrusel, esa catarata de peripecias, ese esplendoroso y muy creíble parque de atracciones que ponen a su disposición, diseñado por guionistas y veteranos maestros en estas lides. Por ahí ya asomaban rostro y palmito actores que inmediatamente cuajarían, como Corey Feldman, Sean Astin o Martha Plimpton.
Su clímax, su desenlace resulta trepidante, memorable. Ahí, entre grutas milenarias y resonancias piratas, horrorosas y ciclópeas criaturas entrañables o chicos cuya medida de emociones fuertes no tiene fin, entre reencuentros familiares y una fascinante diversión que nos devuelve durante casi dos horas a muchos de nosotros a “aquellos maravillosos años” de nuestra vida, transcurre una apasionante aventura protagonizada por unos irresistibles e inolvidables Goonies, verdaderos iconos de un tiempo mágico y nunca jamás ido.
José Luis Vázquez
