Director: Eric Lavaine
Intérpretes: Lambert Wilson, Franck Dubosc, Florence Foresti, Guillaume De Tonquedec, Lionel Abelanski, Jérôme Commandeur, Sophie Ouez, Lysiane Meis, Valérie Crouzet
Sinopsis: El día en que cumple 50 años, Antoine sufre un ataque al corazón. A partir de entonces, lo normal sería que se cuidara más. Pero Antoine se ha pasado la vida cuidando su salud, su dieta y dedicándose con esmero a cuidar de su familia y amigos. Precisamente por ello, lo que decide después del infarto es cambiar su vida y la de los que lo rodean.
Carece de la profundidad y emotividad de PEQUEÑAS MENTIRAS SIN IMPORTANCIA o de la relativa sutileza de CENA DE AMIGOS, pero esta nueva reunión de amigos franceses maduritos sí posee en cambio una ligereza que la convierte en una película gratificante y fácil de seguir.
Su mayor hándicap es precisamente ese, el de ser un planteamiento y una historia demasiado vista, no ya solo en la cinematografía gala sino en aquella que le otorgara verdadera carta de naturaleza al subgénero, la norteamericana, a través de títulos como los excepcionales REENCUENTRO de Lawrence Kasdan o BEAUTIFUL GIRLS de Ted Demme entre decenas de ejemplos más, algunos mucho más antiguos.
Un ataque al corazón del aglutinador del grupo, Antoine (un en plena forma y estilizado Lambert Wilson) es el detonante argumental para mostrarnos un retrato coral que tras esa capa de amabilidad, bonhomía y humor esconde muchas frustraciones, mentiras, equivocaciones, derrapes y falsedades por parte de sus criaturas. No hay que dejarse engañar por el envoltorio porque el fondo es duro, lo que pasa es que su director y guionista Eric Lavaine, le otorga un barniz que facilita la digestión.
Es de agradecer que no trate al espectador por memo y le ofrezca diálogos y situaciones creíbles, identificables, que no caigan en lo cretino. No es menos cierto, que esa aparente falta de relevancia es un arma de doble filo que a veces conduce a dejarse llevar cómodamente, volviendo en algunas ocasiones sobre más de lo mismo.
Lo que sí revela es cierto sentido de la observación en el acontecer de esos colegueos y desencuentros de gentes entradas ya en la cincuentena con sus crisis a cuestas aunque se sobrelleven con mayor o menor encaje, propias por otra parte de la edad, esa que a veces cuesta tantísimo asumir.
El estilo empleado para mostrarnos este retrato de grupo a través de diversas quedadas gastronómicas, preferentemente en torno a barbacoas campestres, es más o menos naturalista, empapado en la realidad circundante de cualquiera de nosotros… y por nosotros me refiero a una determinada edad en una determinada sociedad occidental.
Película que cumple expectativas, distraída, que garantiza pasar un buen rato y que nos muestras bellos escenarios del sur de Francia. Los actores, como es habitual en estas producciones del país vecino, cumplen con convicción y desparpajo con sus cometidos. Esa tal vez sea una de las recetas o claves de su cinematografía, junto a unos argumentos amenos, bastante realistas y con efectivas gotas de ingenio y comicidad.
Atractiva, simpática, sin mayor enjundia.
José Luis Vázquez