Director: Joseph Kosinski
Intérpretes: Tom Cruise, Nikolaj Coster-Waldau, Morgan Freeman, Olga Kurylenko, Zoe Bell, Melissa Leo, Andrea Riseborougn, Lindsay Clift, Jaylen Moore, Julie Hardin, Paul Gunawan, Jay Oliver, Jason Stanly
Sinopsis: Año 2073. Hace más de 60 años la Tierra fue atacada; se ganó la guerra, pero la mitad del planeta quedó destruido, y todos los seres humanos fueron evacuados. Jack Harper (Tom Cruise), un antiguo marine, es uno de los últimos hombres que la habitan. Es un ingeniero de Drones que forma parte de una operación masiva para extraer los recursos vitales del planeta. Patrulla diariamente los cielos como parte de su misión, y nada inusual sucede hasta que su vida da un cambio cuando rescata a una desconocida mujer de una nave espacial. La llegada de esta joven desencadena una serie de acontecimientos que lo obligan a cuestionar sus convicciones y lo hacen responsable del destino de la humanidad.
Puedo decir que, dejando al margen el pujante cine de superhéroes que está viviendo su Edad de Oro (X-MEN, LOS VENGADORES, trilogía EL CABALLERO OSCURO, SPIDER-MAN...), he visto dos espléndidas películas de ciencia-ficción en los últimos 6 meses: LOOPER de Rian Johnson y esta OBLIVION de Joseph Kosinski, su segunda aparición como director, tras haberse estrenado con la más bien olvidable TRON: LEGACY, un trabajo para el que empleó inútilmente y con profusión cámaras de alta velocidad.
Y es lo que digo y proclamo muchas veces respecto al género en los últimos tiempos, los efectos digitales muy espectaculares, sí, siempre a favor, pero el problema es que en tantas ocasiones están puestos al servicio de la nada más atronadora. En esta ocasión cambia el cuento. Estamos ante un espectáculo en el que esos efectos son fundamentales, de acuerdo, pero su tratamiento y la introducción de un guión repleto de giros y de incertidumbre ante lo que va a pasar en el siguiente fotograma, los elevan muy por encima de tantas primas hermanas más o menos coetáneas. Guión que viene firmado también por el propio Kosinski, en base a una novela gráfica suya.
Lo que el emergente cineasta de Iowa nos ofrece es una particular y visualmente fascinante visión de un futuro apocalíptico en la Tierra. Poseen muchísima fuerza esas imágenes de barcos encallados en la arena, desiertos interminables o rascacielos devastados. Como contraste, un insólito oasis en medio de la nada y un pequeño brote verde, este sí de verdad. Su look metalizado y sus tonalidades grises (gran trabajo de Claudio Miranda), merecen un punto aparte. Junto a esas grandes panorámicas o el diseño del bungalow de los protagonistas, constituye otro de los varios aciertos de esta más que notable propuesta.
Pero tras este despliegue técnico, se encuentra un asunto de fondo profundo, de calado. Muy bien expuesto sin recurrir a reflexiones vacuas, introduciéndolo de manera ágil y nada latosamente solemne. Me refiero a la permanencia de esos restos que por mucho que estemos avocados a un futuro repleto de máquinas y tecnología, siempre quedarán de nuestra conciencia individual, de nuestra alma, de nuestra esencia humana.
OBLIVION es cine puro y duro. De inteligente y brillante reciclaje, el que tiene en cuenta desde TERMINATOR a MOON, pasando por ASESINOS CIBERNÉTICOS, SOLARIS, FAHRENHEIT 451, MATRIX o DESAFÍO TOTAL y por encima de todos estos títulos, la poderosa sombra de la genial WALL-E.
Otro de los apartados a tener en cuenta es el de la banda sonora. Así como en TRON: LEGACY, Kosinski concedió una oportunidad -irrelevante- a Daft Punk, aquí ha acertado plenamente con los galos M83, en particular ese tema con Susanne Sundfor titulado "Star waves".
En el apartado interpretativo, muy importante también, destacar una vez más al entusiasta e incombustible Tom Cruise, que parece haber encontrado el secreto o haber bebido en la fuente de la eterna juventud. Su Jack Harper, que bien podría ser descendiente del mítico John Connor, ofrece vigor y consistencia. La aparición de Morgan Freeman tan deslumbrante como cabía esperar. Y atención igualmente a las dos chicas, con unas rutilantes, contrapuestas Olga Kurylenko y Andrea Riseborough otorgándoles encarnadura.
Buenas escenas de acción y un impecable montaje son otros montajes que contribuyen a su impoluto acabado final.
Vista y escuchada en el nuevo y avanzado sistema digital K4 en las salas Las Vías de Ciudad Real, es un placer inusitado, una auténtica gozada.
PD: Otros títulos estupendos vistos en el último cuarto de siglo serían el citado ASESINOS CIBERNÉTICOS, INTELIGENCIA ARTIFICIAL, EL HOMBRE BICENTENARIO, MINORITY REPORT o MOON entre varios más.
José Luis Vázquez