Director: Jason Reitman
Intérpretes: Kate Winslet, Josh Brolin, Gattlin Griffith, Tobey Maguire, James Van Der Beek, Clark Gregg, Maika Monroe
Sinopsis: Verano de 1987. Adèle, una mujer recién divorciada, ha perdido la autoestima tras la marcha de su marido. Su hijo Henry, un chico de 13 años, se esfuerza por ser el hombre de la casa y cuidar de su solitaria madre en pleno torbellino de la adolescencia. Un día, conocen en un supermercado a un hombre que les pide que lo alojen en su casa, pero resulta ser un fugitivo en busca y captura. El interminable fin de semana del "Labor Day" les marcará para el resto de sus vidas.
Escribo esta crítica cuatro días después de haber visto LABORAL DAY, o UNA VIDA EN TRES DÍAS por aquí rebautizada, y me continúa provocando una sensación extraña su recuerdo. Me genera cierta fascinación y perplejidad.
No es perfecta ni mucho menos, varias de sus situaciones parecen un tanto forzadas, con toda probabilidad debido a un guión no pulido adecuadamente, pero también no es menos cierto que llegó a provocarme un raro encanto mientras la visionaba, sobre todo en su tramo final, cuando la historia acaba cogiendo cuerpo.
Tal vez a la manera en que está desarrollado, más bien precipitado, el romance esté falto de algo de credibilidad. Esas manos en la masa sobre el pastel resultan demasiado obvias en cuanto a simbolismo y engarce.
En cambio, sí me creo y me gustan las reflexiones del adolescente, de Henry Wheeler, ese testigo sutilmente observador del proceso de enamoramiento de sus mayores. Eso sí desprende verdad, cierto tacto y sutileza. Buen cometido al respecto del adolescente pero ya veterano Gattlin Griffith.
No es menos cierto que había que hilar muy fino para sacar adelante este material dramático que adolecía inicialmente de caminos transitados y predecibles que bien podría haber resultado un serio lastre.
Desconozco si ese hándicap procede de la novela original de Joyce Maynard, muy a lo Nicolas Sparks, pero esa ex esposa con la autoestima perdida o ese prófugo parece que sacado de un anuncio de vaqueros y tabaco, a priori parecía un recurso mil veces utilizado.
Afortunadamente, en una considerable porción de metraje, su director consigue evitar esos escollos, gracias a su moldeado con una actriz inmensa como Kate Winslet, especialista en este tipo de papeles (REVOLUTIONARY ROAD, JUEGOS SECRETOS) y un digno oponente, Josh Brolin.
Jason Reitman, cineasta elegante donde los haya, que cuenta en su mochila con al menos dos películas excelentes como JUNO y UP IN THE AIR, en la que miradas, gestos y una puesta en escena siempre cuidada, elegante, suelen ser sus señas de distinción, sus marcas de fábrica, no llega al nivel de esos trabajos, pero eleva ligeramente el listón respecto al último, el no del todo desdeñable pero fallido YOUNG ADULT.
En general el saldo es más favorable que desfavorable. Tal vez tendré que volver a ella al cabo de un poco tiempo, pues no sé por qué me da en la nariz que es de las que a lo mejor vuelta a ver sin reservas y conociendo ya su sustancia, puedan ser algo más reivindicada. Mientras, me quedo con que no me arrebata pero en modo alguno me parece la decepción con la que tantos de mis colegas estadounidenses la han recibido.
José Luis Vázquez