Director: Josh Radnor
Intérpretes: Josh Radnor, Elizabeth Olsen, Richard Jenkins, Allison Janney, Elizabeth Reaser, Zac Efron, Kate Burton, Michael Weston, Kristen Bush, John Magaro, Angelic Zambrana, Robert Desiderio
Sinopsis: Cuando el joven profesor Jesse (Josh Radnor) vuelve a la universidad, no puede evitar enamorarse de Zibby (Elizabeth Olsen), una joven estudiante de 19 años, aunque intentará luchar contra la poderosa atracción que surge entre ellos.
Es un retrato generacional sobre treintañero y una estupenda comedia romántica, universitaria y “dramática” (no supone contradicción, más bien todo lo contrario, reafirma, remacha significados), una “dramedy” francamente atractiva.
La manera que tiene de mostrarse es ingeniosa, tierna, brillante y poblaa de excelentes diálogos en la mejor línea “woodyalleniana”. También es intelectual, en el sentido más positivo del término.
Constituye el segundo trabajo de su director, Josh Radnor, protagonista de la popular “sitcom” CÓMO CONOCÍ A VUESTRA MADRE, tras su más que prometedor y estimable debut con HAPPYTHANKYOUMOREPLEASE. También suyo es el guión y el papel principal. Todo un “tour de force” que resuelve ejemplarmente y con agradecible jovialidad. Algún colega, agudamente, le ha catalogado como un Frank Capra posmoderno. Y debo reconocer que muestra una espiritualidad y una profundidad de pensamiento muy inhabituales en el cine actual.
Radnor retrata a personajes de muy diferentes edades para hablarnos de cierto hombre contemporáneo, aquejado por el síndrome de Peter Pan (no en su expresión médica, claro), uno de los personajes suelta un revelador “creo en las consecuencias”, y que, por tanto, suele evadir responsabilidades. Es la historia de un proceso de maduración, realizada con mucho esmero en los diálogos y enorme tacto en la puesta en escena.
AMOR Y LETRAS es una muy buena película que ofrece momentos de lo más saludables e intencionados. Por ejemplo, aquél en el que su protagonista, Jesse, regala a la joven universitaria, Zibby, dos libros. Con uno, DRÁCULA DE BRAM STOKER, pretende que suponga un antídoto con la fiebre/anestesia “crepusculiana” del momento. El otro, supone toda una declaración de intenciones, un bello poemario del romántico William Blake, CANCIONES DE INOCENCIA Y EXPERIENCIA. En este esclarecedor título, se encuentra buena parte de la miga de esta –por grata- sorpresiva y encantadora muestra de cine independiente.
Otra pista, y con ella concluyo, una frase pronunciada por el gran y veterano Richard Jenkins (THE VISITOR): "Nunca somos realmente conscientes de la edad que tenemos".
José Luis Vázquez