jueves, 3 de julio

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Estreno en Royal City

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Amanecer ()

Director: F. W. Murnau

Intérpretes: George O'Brien, Janet Gaynor, Margaret Livingston, Bodil Rosing, J. Farrell MacDonald

Sinopsis: Un granjero (George O'Brien) convive felizmente en el campo con su esposa (Janet Gaynor). Pero la aparición de una seductora mujer (Margaret Livingston) de la ciudad hace que comience a enamorarse de ésta, y a pensar que su mujer es un estorbo que se interpone en la felicidad entre él y su nueva y sofisticada amante.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Este monumento del Séptimo Arte perfectamente puede constituir una de las pruebas incontestables de que en el cine mudo ya se había inventado todo lo que vino después.  

Fue la primera película del maestro del expresionismo (EL ÚLTIMO, NOSFERATU, FAUSTO) F. W. Murnau en Estados Unidos, gracias a la intermediación del mítico productor William Fox. A efectos formales, constituyó su desembarco en un depurado realismo que todavía mantenía reminiscencias de su reciente pasado, tanto a la hora de conceder una gran importancia a los decorados, como un todavía obvio simbolismo.  

Tal vez lo más grandioso de AMANECER (SUNRISE) sea que resulta un asombroso ejercicio de estilo puesto al servicio de una sencilla historia de amor con ramalazos triangulares. Un cuento un tanto aleccionador para adultos, pero sin caer en la moralina ni el sonrojo, sino de una sensibilidad, exquisitez y poesía verdaderamente únicas.  

La historia de un matrimonio de campesinos en cuya vida irrumpe una vampiresa, fue tratada por el objetivo mágico del cineasta de una manera portentosa, emotiva. Es una bellísima fábula de redención sentimental que transita entre el drama y la comedia.  

Cada secuencia casi supera a la siguiente y así hasta el final. Siempre recuerdo, la del intento de asesinato. Cada plano de la misma es un prodigio a la hora de mostrar las reacciones de quienes la ejecutan.  

O la seducción bajo la luz de la luna por parte de la “femme fatal”. O el travelling –menudo trabajo de cámara- utilizado en la escena nocturna en la que el recuerdo de la vampiresa asalta al marido. O toda la relativa a la ciudad. O…  

Precisamente el fotógrafo Karl Struss, también de origen germánico, se lució en esos momentos en que la noche asalta, creando unos ambientes oníricos e irreales imposibles de olvidar.  

Resulta paradójico el extraordinario uso del sonido, más bien de los efectos sonoros. Y, aunque parezca lo contrario, todo lo contemplado se recreó en estudio. La ciudad, por ejemplo, se construyó a escala.  

Dos semanas después de la finalización de su rodaje, irrumpiría de manera e imparable el sonido con la ya mítica EL CANTOR DE JAZZ de Alan Crosland. El cinematógrafo cambiaría radicalmente, pero lo creado hasta el momento, rara vez ha sido superado. Curiosamente, esta que aquí comento tenía menos subtítulos de lo que era habitual.  

Obtendría al alimón con ALAS de William A. Wellman, el Oscar a la mejor película en la primera entrega de estatuillas doradas de la historia. Conseguiría otras dos más, por su mencionada fotografía y a la mejor actriz, Janet Gaynor, en este caso recompensada no solamente por este trabajo sino por otros dos más, entre ellos EL SÉPTIMO CIELO de Frank Borzage. En realidad, el trío sobre el que sustenta la trama (añadan a George O´Brien y Margaret Livingston), raya a una elevadísima altura.  

Antológica en todas las acepciones del término.

José Luis Vázquez