Director: Nicolas Roeg
Intérpretes: Donald Sutherland, Julie Christie, Hilary Mason, Renato Scarpa, Massimo Serato
Sinopsis: Para intentar superar la reciente y trágica pérdida de su hija, el arquitecto John Baxter y su mujer Laura se trasladan a Venecia con el encargo de restaurar una vieja iglesia. Durante su estancia conocerán a un par de ancianas que dicen haber entrado en comunicación con su difunta hija y que les advierten de un peligro inminente.
AMENAZA EN LA SOMBRA, o sea DON´T LOOK NOW (algo así como NO MIREN AHORA), es lo que puede perfectamente denominarse un título de culto. Contó con sus adeptos desde el principio, pero siempre de manera un tanto reducida, para nada mayoritaria. Algo por otra parte entendible por alguno de los motivos que expongo a continuación.
No es un cine narrativo en el sentido más estricto del término, aunque sí acabe contando finalmente una historia en el aspecto convencional del término. Además, es de tipo más bien envolvente y sensorial. Y también ha podido o puede jugar en su contra el generar cierta confusión su sacudida de instantáneas, de planos, algunos aparentemente sin sentido, que va martilleando a lo largo de todo su metraje. Podría parecerles que no tiene ni pies ni cabeza, pero no desesperen, no es así.
Lo que creo que es innegable, es cierto que yo amo esta película pero indistintamente de ello, es que nos presenta una Venecia insólita en la gran pantalla, una Venecia con una presencia imponente, determinante. Una Venecia plomiza, sucia, invernal, abandonada, irreal, decadente, inhóspita. El colega Teo Calderón ha definido perfectamente esta sensación, tanto de la ciudad como de su ambientación: “Las trabajadas imágenes de Roeg consiguen crear una atmósfera mortuoria que ocasionalmente provocan en el espectador la sensación casi física del frío mármol sobre la piel desnuda”.
Hablando precisamente de pieles desnudas, sí adquirió cierta fama por una secuencia muy concreta, la de cama entre los protagonistas, resuelta de una manera un tanto atípica, mediante un hábil montaje fragmentado.
Pero este relato corto de Daphne du Maurier, la escritora británica especialista en asuntos de suspense y misterio que sirviera de inspiración al Hitchcock de la magistral REBECA o al de LOS PÁJAROS, tiene la rara cualidad de invocar “fantasmagóricas” premoniciones sin resultar chirriante, recurriendo al thriller o al horror psicológico. En su momento, no sé muy bien por qué, pero establecí alguna comparativa con la memorable AL FINAL DE LA ESCALERA. No sólo por ser de la misma época, comienzos de los 70 y tratar asuntos inquietantes y paranormales, sino supongo, por ese tratamiento tan propio del momento en el que la sugerencia primaba sobre la evidencia.
AMENAZA EN LA SOMBRA, o sea DON´T LOOK NOW (algo así como NO MIREN AHORA), es lo que puede perfectamente denominarse un título de culto. Contó con sus adeptos desde el principio, pero siempre de manera un tanto reducida, para nada mayoritaria. Algo por otra parte entendible por alguno de los motivos que expongo a continuación.
No es un cine narrativo en el sentido más estricto del término, aunque sí acabe contando finalmente una historia en el aspecto convencional del término. Además, es de tipo más bien atmosférico y de sensaciones. Y también ha podido o puede jugar en su contra el generar cierta confusión su sacudida de instantáneas, de planos, algunos aparentemente sin sentido, que va martilleando a lo largo de todo su metraje. Podría parecerles que no tiene ni pies ni cabeza, pero no desesperen, no es así.
Lo que creo que es innegable, es cierto que yo amo esta película pero indistintamente de ello, es que nos presenta una Venecia insólita en la gran pantalla, una Venecia con una presencia imponente, determinante. Una Venecia plomiza, sucia, invernal, abandonada, irreal, decadente, inhóspita. El colega Teo Calderón ha definido perfectamente esta sensación, tanto de la ciudad como de su ambientación: “Las trabajadas imágenes de Roeg consiguen crear una atmósfera mortuoria que ocasionalmente provocan en el espectador la sensación casi física del frío mármol sobre la piel desnuda”
Hablando precisamente de pieles desnudas, sí adquirió cierta fama por una secuencia muy concreta, la de cama entre los protagonistas, resuelta de una manera un tanto atípica, mediante un hábil montaje fragmentado.
Pero este relato corto de Daphne du Maurier, la escritora británica especialista en asuntos de suspense y misterio que sirviera de inspiración al Hitchcock de la magistral REBECA, tiene la rara cualidad de invocar “fantasmagóricas” premoniciones sin resultar chirriante, recurriendo al thriller o al horror psicológico. En su momento, no sé muy bien por qué, pero establecí alguna comparativa con la memorable AL FINAL DE LA ESCALERA. No sólo por ser de la misma época, comienzos de los 70 y tratar asuntos desasosegantes y paranormales, sino supongo, por ese tratamiento tan habitual del momento en el que la sugerencia primaba sobre la evidencia.
Seguramente según la vayan visionando puede que les descoloque un poco, pero merece la pena esa cierta desazón. Posee un cuarto de hora final antológico, sorpresivo. Resultan de lo más perturbadores esos paseos al lado de esos tenebrosos e intrincados canales, de esos angostos callejones, en compañía a veces de personajes episódicos que resultan verdaderamente intranquilizadores, como esas hermanas, la niña, el obispo o el asesino.
Y retomando el protagonismo de la ciudad que mencionaba al principio de este comentario, se van a encontrar con una Venecia incandescente, al rojo vivo, un color que salpica en numerosas ocasiones la pantalla pero, afortunadamente, no en el sentido hemoglobínico sino más metafórico, el rojo (no) vida.
Unos rincones y un lugar así no podían ser desperdiciados por parte de sus fotógrafos, el propio director, el singular Nicolas Roeg y por Anthony Richmond, y por una muy adecuada y hermosa banda sonora del cantante y músico Pino Donaggio, que se estrenaba en este apartado.
Es en todo momento una película compleja, retorcida, absorbente, amenazadora… Es una obra inclasificable que cuenta con dos actores tremendos y en plenitud: el feo Donald Sutherland y la bellísima Julie Christie. Ambos dan todo un recital.
Fue elegida por la revista Empire como una de las 500 mejores films de la historia, algo que no seré yo el que lo cuestione.
José Luis Vázquez