sábado, 5 de julio

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Estreno en Royal City

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Onward ()

Director: Dan Scanlon

Intérpretes: Animación

Sinopsis: Ambientado en un mundo de fantasía suburbana, dos hermanos elfos adolescentes, Ian y Barley Lightfood, se embarcan en una aventura en la que se proponen descubrir si existe aún algo de magia en el mundo que les permita pasar un último día con su padre, que falleció cuando ellos eran aún muy pequeños como para poder recordarlo. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Resaltar de una película de Pixar que es especialmente surrealista puede sonar a disparate dado el carácter que albergan en sí mismas, por su propia naturaleza cada una de sus propuestas, pero es cierto que desde el momento que uno de los protagonistas de la última entrega de la factoría tutelada por Disney aparece constantemente en pantalla un padre que no habla ni se expresa y solo es visto de media cintura para abajo, no me negarán que ello en sí mismo constituye un acentuado signo de lo anteriormente expuesto.

Hay más detallitos de este tipo, probablemente no de tanta envergadura. Y desde luego lo que hay es magia, pero eso se da por sentado en cada una de sus entregas. Matizo que la aquí expuesta es más típica, más convencional si quieren, pues salen elfos, centauros, unicornios o duendes voladores.

Y es cierto como se ha reseñado que a sus protagonistas les falta la emotividad, la hondura de la que suelen ir acompañados los entrañables personajes de su factoría, pero ello está compensando en buena medida con una portentosa y abigarrada animación, algo siempre que se da por seguro tratándose de quien se trata.

Hay también acción frenética, slapstick y un humor simpaticote, entre infantil y adolescente que no estorba y hasta le sienta bien a la historia

Y propone una premisa inteligente no apurada ni conseguida del todo, acerca del mundo evidente –como perfectamente apunta Luis Martínez- escondido y del obvio derivado en malversación de todo aquello que tiempo atrás, en un mundo mítico, importó. Y ahí lo dejo citando prácticamente literalmente el comentario del colega de profesión u oficio.

Por supuesto, hay otro asunto latente en todo momento, la búsqueda, el reencuentro con el padre trágicamente ido, una idea que flotaba en la mente de su director por haber vivido un suceso parecido en su infancia, la orfandad.

A propósito del firmante de esto, Dan Scanlon, conviene destacar que está un escalón o dos por debajo de otros nombres míticos como John Lasseter, Pete Docter o Brad Bird, pero que pese a ello y habiendo parido puede que dos de los trabajos menos redondos de la franquicia –éste y MONSTRUOS UNIVERSITY- el nivel ofrecido no deja de poseer una elevada calidad técnica. Es que claro estamos hablando de una cantera que es de lo mejorcito –como tantas veces he proclamado- que le ha sucedido al cine en los últimos veinticinco años junto a Tim Burton y la madurez de Clint Eastwood (si la cifra la ampliara a los cincuenta… ineludible resultaría incluir al genial Steven Spielberg).

Un centelleante y colorista entretenimiento más que generoso y altamente recomendable… para todos, pues la parte dramática del asunto bien podría conectar con los más adultos… y el resto creo que a cualquiera puede llegar.

José Luis Vázquez