Director: Bilall Falah y Adil El Arbi
Intérpretes:
Will Smith, Martin Lawrence, Vanessa Hudgens, Kate del Castillo, Paola Nuñez, Joe Pantoliano, Alexander Ludwig, Nicky Jam, DJ Khaled, Ivo Nandi
Sinopsis: En esta tercera entrega de la franquicia, los polícía Mike Lowrey (Will Smith) y Marcus Burnett (Martin Lawrence) vuelven a patrullar juntos en un último viaje.
Pese a poder considerarme en líneas generales un seguidor del cine exhibicionista, acelerado y centrifugador de Michael Bay (LA ROCA, ARMAGEDDON, PEARL HARBOR o la subvalorada –bueno en realidad toda su obra lo es por buena parte de la grey crítica- 13 HORAS: LOS SOLDADOS SECRETOS DE BENGASI son sus cimas, sus hits más destacado para quien esto firma; por el contrario, la saga TRANSFORMERS aun reconociéndole algún mérito me estraga).
Precisamente DOS POLICÍAS REBELDES, pese al taquillazo que supuso en su momento, era la que menos me atrajo en su momento de su filmografía. Por eso acudí a ver la que supone segunda secuela –la primera o la segunda parte oficial era un simple remedo, bastante flojita- con desconfianza, con escepticismo. Y miren por donde no hay nada como acudir de esa guisa muchas veces a una sala, siempre claro está, que lo ofertado muestra una mínima competencia, como es el caso.
Otra cuestión es que haya alérgicos por sistema a este tipo de cine velocípedo, hipertrofiado en lo que a su acción se refiere, de diseño excesivamente prefabricado, escasa por no decir nulamente reflexivo (ni falta que hace a veces, claro) y en ocasiones atropelladamente rítmico. Pues curiosamente lo que unas veces con todos estos atributos puede ser desdeñado aquí resulta meritorio. Para que vean lo arbitrario que puede ser esto de las películas, los gustos, etcétera.
A ver, debo matizar, esto no está proclamado porque sí, dicho por decir, tiene una argumentación y unos fundamentos. Y si, como me pasa a mí, no son ustedes prejuiciosos por cuestión de tema o género, es posible que puedan disfrutar con esta entrega que presenta varios aspectos positivos o detalles distinguidos a tener en cuenta.
Entre ellos, un humor molón que funciona muy bien por la complicidad, química y buen rollo de la pareja protagonistas (nos encontramos ante el enésimo ejemplo de “buddy movie” vacilona) y que le sienta francamente bien al tono general desenfadado de esta “action movie”; una acción magníficamente rodada y montada y unas interpretaciones jacarandosas de Will Smith (51 años, en plena forma, siempre simpático) y Martin Lawrence (54, más rellenito, dispuesto siempre a seguir la fiesta, la verbena pirotécnica) qué le sientan como un guante a este tipo de historias afables. Ni que decir o insistir hace falta en que los chicos de efectos, de explosivos, demuestran una pericia a prueba de cualquier detonante. Y no quiero olvidarme de Kate Del Castillo que despliega presencia como "bruja".
Llegado a este punto conviene destacar que ha sido dirigida por dos jóvenes –apenas sobrepasan la treintena- cineastas y amigos belgas, Adil El Arbi y Billal Falah, que tras tres largometrajes firmados en su país natal que no pasaron desapercibidos, hacen con este trabajo su brillante y “humilde” debut en el cine norteamericano con este trabajo, tras haber dado rúbrica también al vídeo musical DIMITRI VEGAS & LIKE MIKE, “When I grow up”, que presentaba “en sociedad” al rapero Wiz Khalifa. Está previsto que rueden inminentemente una secuela de la taquillera y ochentera SUPERDETECTIVE EN HOLLYWOOD de nuevo con Eddie Murphy. Como ven, historias afroamericanas concebidas para hacer pasar buenos ratos sin estrujarse en exceso el cerebelo.
Muy distraída, amena y con ritmillo, o ritmazo, según prefieran.
José Luis Vázquez