martes, 17 de junio

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Estreno en Royal City

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Zipi y Zape y el club de la canica ()

Director: Oskar Santos

Intérpretes: Javier Gutiérrez, Álex Angulo, Javier Cifrián, Claudia Vega, Marcos Ruiz, Christian Mulas

Sinopsis: Zipi y Zape, dos traviesos mellizos, son internados en el Esperanza, un colegio donde los juegos están prohibidos. Allí fundarán el Club de la Canica, la resistencia infantil que desafiará la autoridad de los adultos. Gracias a su inteligencia, su valentía y su inquebrantable fe en la amistad, Zipi y Zape y el resto del club descubrirán un misterioso secreto que se oculta en el colegio y vivirán la aventura más emocionante de sus vidas

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 1 estrellas

Leía el otro día en Filmaffinity un comentario de un tal Caradebotón que me pareció de lo más oportuno y agudo a propósito de esta adaptación cinematográfica, llevada a cabo por la industria española con cierta holgura de medios, del tebeo de José Escobar publicado por primera vez en 1948 y difundido por Brugueras, sobre estos populares gemelos habituales en las infancias lectoras de tantos de nosotros.  

Dice así. “Me pregunto qué pintan Zipi y Zape en un colegio exclusivo-carcelario, con profesores tuertos al más puro estilo Harry Potter (¿qué ha sido de Don Minervo?). Por otro lado, no recuerdo en qué momento Zipi y Zape se veían envueltos en aventuras de enigmáticos misterios que podrían pasar por el guión de LOS GOONIES (e incluyo de cosecha propia: vean si no el personaje de Gordi) Españoles. Poco o nada, parecen mantener de los personajes originales, excepto el nombre”.  

Esto último lo daría por bien empleado a condición de que lo ofrecido me hubiera mostrado algo de imaginación, de frescura,  Pero todo acaba invadido por una sosería narrativa, una falta de tirón de sus dos protagonistas que me resultan verdaderamente alarmantes, lo cual vuelve a incidir en mi teoría de que por mucho presupuesto que te confieran si no tienes lo que hay que tener, pues de nada sirve.  

De verdad que siento ser tan Pepito Grillo, o tan “destroyer” con el último cine español tan necesitado de parabienes, pero no puedo renunciar a mi primer mandamiento: el de la sinceridad. Por supuesto, en aras a la misma, debo señalar que el día que asistí a su proyección. la sala estaba  repleta de niños que parecían pasarlo muy bien en compañía de sus progenitores. También debo destacar que mis colegas nacionales no la han tratado demasiado mal. Así que, una vez más, no se fíen mucho de mi criterio.  

Vuelvo a repasar mentalmente lo visto para explicarles mi impresión a ustedes y, prácticamente, nada bueno aparece. Los malos, en concreto son de guardarropía, comenzando por ese villano acartonado que encarna Javier Gutiérrez (LOS SERRANO, ÁGUILA ROJA), las gracietas son de parvulario, por una resolución de la aventura de lo más frustrante, una horrorosa canción final  

El cartagenero Oskar Santos, su director, vuelve a mostrar cierta pericia visual pero poco más, tal como sucedía en su ópera prima de hace tres años, EL MAL AJENO, un fallido thriller psicológico producido por Alejandro Amenábar.  

Por destacarles algo, tan solo se me ocurre una esforzada dirección artística, con cierto aire ochentero… puesta al servicio de la oquedad más profunda, como los laberintos del colegio por los que deambulan sus adolescentes protagonistas.  

De lo más prescindible… salvo para quienes tengan churumbeles y quieran tenerlos un rato distraídos.

José Luis Vázquez