viernes, 29 de marzo

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Estreno en Royal City

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El irlandés ()

Director: Martin Scorsese

Intérpretes: Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Harvey Keitel, Bobby Cannavale, Anna Paquin, Jack Huston, Ray Romano, Kathrine Narducci, Jesse Plemons, Domenick Lombardozzi, Stephen Graham, Jeremy Luke, Gary Basaraba, Welker White, Action Bronson, Chelsea Sheets, Kate Arrington

Sinopsis: Frank Sheeran fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial, estafador y sicario que trabajó con algunas de las figuras más destacadas del s. XX. 'El irlandés' la crónica de uno de los grandes misterios sin resolver del país: la desaparición del legendario sindicalista Jimmy Hoffa; un gran viaje por los turbios entresijos del crimen organizado: sus mecanismos internos, rivalidades y su conexión con la política. Adaptación del libro "I Heard You Paint Houses", de Charles Brandt, a cargo del guionista Steven Zaillian (La lista de Schindler, American Gangster).

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Hace escasas fechas programaba y volvía a revisar en una de mis sesiones de clásicos una obra fundacional del subgénero gangsteril, EL PADRINO de Francis Ford Coppola, una especie de Biblia en celuloide, el “Quijote del Séptimo Arte” en palabras de Manuel Juliá, puro Shakespeare. Bien podría ser considerada EL IRLANDÉS como el canto del cisne del mismo, del cine de mafiosos para mejor precisión.

¿Es esta mejor que aquella primera muesca coppoliana? ¿O con qué anteriores producciones de su director, Martin Scorsese, tales como las verdaderamente –se supone que cuando uno se refiere a obras de este calado son así… pero por si acaso no está de más el subrayado- espléndidas MALAS CALLES, UNO DE LOS NUESTROS, CASINO o INFILTRADOS, incluso TAXI DRIVER podría ser encajada de alguna manera aunque con pinzas? Pues miren, no se trata de establecer comparativas fútiles. Es un trabajo mayúsculo y punto. Y a ser posible, sobre todo dadas sus 3 horas y media de duración de las que ni me enteré en fracción de segundo alguna (si alguien me hubiera podido estar observando creo que se habría quedado flipado –o flipada- ante el embelesamiento que me invadía), vista en una sala de cine, en un pantallón bendecido por la oscuridad y la disponibilidad total para verla de una tacada.

Sin duda, yo al menos no la albergo, es obra de senectud. De ocaso, de crepúsculo, testamentaria, de retirada o despedida… según se quiera interpretar. De alguien que decide darle una vuelta de tuerca final a la que ha constituido una de sus especialidades. De ahí ese generoso y singular epílogo, de devastación en todos los sentidos posibles, de reflexión existencialista si me apuran y sin vocación de tal, no exenta de humor y carente de filosofía trascendente.

Constituye una historia de la América más sanguinolenta, cruda, intrigante, poderosa, sombría, cosida a balazos y expeditivas decisiones, de subterráneos. Y con un contrapunto entre otros diversos, como supone esa terrible, devastadora, desoladora relación, no muy extendida en metraje, de un padre con sus hijas, de una en concreto. Que abomina de lo que ve e intuye en el cabeza de familia. Y dando opciones a que este justifique su proceder, esto es, pensando que sus horribles actuaciones suponen una forma de protección. Concediéndole a todos ellos una oportunidad para justificarse, aunque la de este último resulte pavorosa.

Este último es el irlandés del título, un matarife impecable de la mafia (y loable veterano de guerra) de aspecto rudo pero amable… pero solo eso, apariencia porque sus intestinos resultan brutales. Frank Sheran es su nombre.

Y de la relación con su tutor, jefe y amigo, Russell Bufalino, un inmenso Joe Pesci, estrella de la función, algo que tiene incuestionable mérito teniendo en cuenta los pesos pesados que le rodean… en esta ocasión dejando la febrilidad a un lado y aludiendo a una sobriedad y gestualidad casi imperceptible… pero demoledora en su magistral minimalismo. Como tercer vértice está Al Pacino, desgarrador, shakesperiano, kamikaze puro o simplemente tozudo en mantener lo que puso en pie, encarnando a alguien que llegó a tener prácticamente tanto poder como el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Hoffa, poderosísimo líder sindical del transporte en Estados Unidos en un período convulso. Al respecto les recomiendo dos biografías en celuloide que no tienen desperdicio alguno, una encubierta –F.I.S.T. SÍMBOLO DE FUERZA- de Norman Jewison, la otra más oficialista –HOFFA- dirigida por el inefable, menudo y talentoso Danny De Vito

De fondo, pueden asistir a manipulaciones de todo tipo, partidas de ajedrez en el tablero de la vida por parte de quienes manejan los hilos, ejecuciones, siniestras decisiones sanguinolentas, turbias relaciones, amistades traicionadas, vínculos casi inexorables con la familia como elemento atrozmente aglutinador… expuesto todo ello con una complejidad y a la vez sencillez francamente ejemplar, sorprendente, deslumbrante siempre.

El guion del justamente reputado Steven Zaillian (LA LISTA DE SCHINDLER, EN BUSCA DE BOBBY FISCHER, MISIÓN IMPOSIBLE, DESPERTARES, GORRIÓN ROJO…), basado en el libro biográfico I HARD YOU PAINT HOUSES –algo así como HE OÍDO QUE PINTAS CASAS- de Charles Brandt, posee la precisión del mejor sastre –o diseñador- confeccionando trajes, adaptándose en todo momento al estilo, menos desmelenado y crispado que en anteriores trabajos (aunque con generosas explosiones marca de la casa), del genial cineasta italo-americano. Todo un tratado sobre la gran y la infra historia de los Estados Unidos durante unas décadas muy pero que muy agitadas.

Y claro que responde a una estructura que se ha acabado convirtiendo en formularia pero sin caer jamás en el ensimismamiento, claro que le debe mucho a UNO DE LOS NUESTROS, claro que vuelve a imbuir su trabajo de una banda sonora que no nos es ajena y que puede ser la de toda una época(s), pero eso no solo no le resta ni un ápice de fulgor a su cometido sino que lo acaba de potenciar definitivamente, sin renunciar por ello a mostrarse reposado, mostrando refulgente decrepitud, virulento sosiego. Al respecto, qué diferencia la de ese plano secuencia inicial contrastándolo con otros pasados de su autor, sin ir más lejos el de la cocina de UNO DE LOS NUESTROS. En este caso más pausado, a tono con el perfil del personaje en su ancianidad que va a pasar a contarnos la gran y ajetreada historia de su vida.

Impresionante, incluyendo su colofón, su epílogo devastador de vejez y soledad.

 

 

José Luis Vázquez